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13 febrero 2009

DONATELLO

UNA VIDA DEDICADA A LA ESCULTURA

No exageramos en lo que acabamos de escribir. Este hombre al que la Historia del Arte conoce con el sobrenombre de Donatello estuvo prácticamente toda su vida dedicado a la escultura. Pero eso no sería gran mérito (hay mucha gente que pasa toda su existencia ocupado en lo mismo) si no fuese porque nuestro artista no sólo fue escultor, sino que con su obra tanto el bulto redondo como el relieve sufrieron trascendentales innovaciones.

Donatello: "San Juan evangelista" (1410-11). Florencia.

En realidad, la biografía de Donatello (1386-1468) está llena de sorpresas constantes, comenzando por la propia duración de su vida. Donato di Niccolò di Betto Bardi nació en una familia humilde, sin relación alguna con el Arte. Sin embargo desde muy joven lo encontramos relacionado con otros grandes maestros del Quattrocento: viajó con Brunelleschi a Roma y de él aprendió la importancia de la perspectiva; colaboró con Ghiberti y fue con él con quien acabó por familiarizarse con las técnicas de fundición. Es bueno tener unos maestros de tan gran altura, sobre todo si el aprendiz es capaz de interiorizar bien sus enseñanzas y luego crear un estilo propio, en el que sea visible su personalidad de artista. Y eso es exactamente lo que sucede con Donatello, de manera que como de él decía Vasari, acabó siendo "admirado en todas sus acciones".

No era para menos. Demos un rápido repaso a algunas de esas sorpresas que Donatello regaló a la Historia de la escultura. Fue el primer artista en esculpir un desnudo en época renacentista. Nadie había tratado de hacer un retrato ecuestre de gran tamaño desde la época imperial romana: él se atrevió con el tema y supo resolverlo perfectamente. No se conformó con especializarse en un único material: trabajó por igual y con la misma maestría la piedra, el bronce e incluso la madera. Nunca fue soberbio, de forma que acabó asociado durante un tiempo con uno de sus propios discípulos para crear conjuntamente algunos modelos escultóricos que supusieron importantes novedades, como los grandes sepulcros organizados en distintos niveles, el púlpito para predicaciones o la tribuna (o cantoría) para los coros de niños cantores de las iglesias.

Donatello: "Púlpito de la iglesia de San Lorenzo" (1465). Florencia.

En cuanto a los temas, Donatello realizó profetas, santos, figuras bíblicas y evangélicas, seres mitológicas, crucificados, personajes contemporáneos a su vida y actualizó algún tema prácticamente olvidado desde la época romana, como es el caso del putto o niño desnudo. Igualmente cultivó las composiciones aisladas y los grupos escultóricos. Sus obras en bulto redondo son muy numerosas y, cuando se trata de personajes humanos, nos llamará profundamente la atención cómo consigue captar la psicología del personaje, más allá de bellezas idealizadas. Pero psique es también emoción, expresividad y sentimiento y estos elementos están también bien presentes en sus figuras. Por otra parte, si hablamos del relieve, las novedades son tambien abundantes: introdujo la perspectiva lineal, cultivó el alto y el bajorrelieve y en éste desarrolló con gran éxito la técnica del schiacciato o aplastamiento. Con este término italiano se hace alusión al hecho de rebajar el volumen de la superficie, empleando trazos muy leves, pero sin que ello suponga perder la sensación de profundidad.

Asombrado por la amplitud de su producción, el propio Vasari afirma que Donato "de obras dejó lleno el mundo". Pero a mi me parece que lo asombroso es la alta calidad de la mayor parte de la obras. Pura demostración de que la escultura había llegado en el siglo XV, en ese Quattrocento florentino, a una etapa de plena madurez. Donatello dedicó su vida a la escultura, pero con certeza que le mereció la pena.

Donatello: "Martirio de San Lorenzo". Púlpito de la iglesia de San Lorenzo (1465). Florencia.

Está muy bien planteada la biografía de Donatello que figura en la Wikipedia italiana. Contrastadla con esta traducción que nos ofrece Anarkasis de la biografía escrita por Vasari. Por mi parte, os dejo una presentación que sintetiza su trayectoria artística y ofrece imágenes de algunas de sus obras más destacadas.


16 febrero 2008

CONDOTTIEROS

EL RETRATO ECUESTRE EN LA ESCULTURA RENACENTISTA

Una de las novedades que se produjeron en la escultura renacentista italiana del siglo XV fue el empleo de un tipo de retrato que no se empleaba desde la época romana. Se trata de la representación ecuestre de los denominados condottieros. Con esta palabra se suele designar a un personaje militar. de rango elevado, que actúa como mercenario al servicio de una determinada ciudad, poniéndose para ello al frente de las tropas que ha reclutado. Verdaderos señores de la guerra, los condottieros son un producto de los siglos bajomedievales, que proliferaron sobre todo en la Italia del siglo XV, dada la atomización del espacio político. Frecuentemente miembros de familias de la nobleza, algunos de ellos alcanzaron fama y honores y merecieron que fuesen representados en esos gigantescos retratos a los que nos referimos.
Retrato ecuestre de Marco Aurelio (173). Roma.
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Pero, efectivamente, el retrato ecuestre se había abandonado tras la época romana y, de este modo, los precedentes más próximos se encuentran en las estatuas de emperadores, la más conocida y completa de las cuales es la famosa de Marco Aurelio a caballo, una obra a tamaño natural, realizada hacia el año 173 y que durante siglos estuvo expuesta a la pública mirada en la plaza del Capitolio en Roma. Es en ella en la que se inspiran los escultores italianos del Quattrocento para crear sus propios modelos, una interesante variante de la plástica renacentista. Entre esos modelos, dos esculturas ecuestres en bronce son especialmente destacables.
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De un lado nos encontramos el retrato de Erasmo de Narni, más conocido por el sobrenombre de Gattamelata. La escultura fue realizada por Donatello (1386-1468) entre los años 1447 y 1453, para ser colocada en la plaza existente ante la basílica de San Antonio, en Padua, donde aún sigue. La obra es al mismo tiempo el sepulcro del Gattamelata, lo que explica la altura del conjunto, que alberga la cámara mortuoria. Vemos en la escultura como el personaje avanza a caballo portando el bastón de mando en su mano derecha y ciñendo al cinto una espada, mientras su mirada se pierde en el horizonte. Todo aquí refleja serenidad y equilibrio. Es más, algunos elementos remiten a la retratística romana, como el interés por captar la psicología del personaje, o la propia coraza que éste porta. Parece como si Donatello hubiese puesto todo su interés en dotar al condottiero de dignidad y majestuosidad, elementos que se trasladan también al propio caballo, uno de cuyos cuartos delanteros apoya sobre una bola de bronce, material en el que está elaborada toda la escultura.
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De otro lado, si desde Padua nos trasladamos a Venecia, podremos admirar allí el retrato ecuestre de Bartolomeo Colleoni, realizado por Andrea Verrochio (1435-1488) a partir de 1479 y que, por la muerte del artista, debió finalizar su discípulo Alessandro Leopardi, cumpliendo así un encargo de la República de Venecia, como había ocurrido también en el caso de la escultura anterior. Pero en esta ocasión las características son bastante diferentes. Frente al aire pausado del Gattamelata, el Colleoni rebosa dinamismo: su cuerpo está levemente girado y su propia actitud, así como los rasgos de su rostro, rebosan energía. El carácter militar del personaje se ve reforzado por el casco que cubre su cabeza; el pecho henchido, cubierto por una armadura sin decoración, refuerza la actitud. Por su parte, el caballo del guerrero levanta su cuarto delantero izquierdo al aire, sin apoyo alguno, continuando la actitud de movimiento y dinamismo que rebosa la obra.
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En fin, han pasado bastante más de 500 años desde que se erigieron esas esculturas y ahí siguen en sus respectivas plazas las imágenes de esos guerreros a caballo, de estos mercenarios levantados a varios metros del suelo, para recordarnos que el arte se ha detenido a lo largo de la historia, innumerables veces, en representar a aquellos cuyo cometido era administrar la muerte de sus semejantes como forma de alcanzar la paz. Curiosa paradoja.

Si os interesa saber más sobre los caballeros de fortuna, esta página italiana está por completo dedicada a ellos. Además, podéis consultar más datos sobre Erasmo de Narni, el Gattamelata, en la página que le dedican los habitantes de su ciudad natal. La Wikipedia española tiene, por su parte, un buen artículo sobre el Colleoni. Pero, sobre este condottiero, no dejéis de visitar la web dedicada a la restauración de la escultura, con informaciones diversas, algunas fotos y un interesante vídeo.

13 febrero 2008

LAS PUERTAS DEL PARAÍSO

LA EXTRAORDINARIA OBRA DE LORENZO GHIBERTI

¿Existe el Paraíso? Y si así fuese, ¿por dónde se accede a él? ¿Cuáles son las puertas que franquean la entrada al Edén? Estas cuestiones encuentran únicamente respuesta en la fe de cada uno, Pero cuenta la tradición que el propio Miguel Ángel empleó la denominación de "Puertas del Paraíso" para referirse a una de las que daban acceso al Baptisterio de la catedral de Florencia. Curiosos edificio éste, en el que en 1336, plena época gótica Andrea Pisano había colocado unas hermosas puertas de bronce. A comienzos del siglo XV se convocó un concurso para elaborar otras puertas (las del lado norte) que fue ganado por el orfebre Lorenzo Ghiberti (1378-1455). La obra presentaba 28 relieves en bronce que narraban, en veintiocho paneles, escenas del Nuevo Testamento y aún eran visibles en ella ciertas influencias de la escultura gótica.

Lorenzo Ghiberti: "Puerta del Paraíso" (1425-1452). Florencia.

Colocadas esas puertas, el resultado fue tan satisfactorio a la vista de todos que Ghiberti recibió, sin que hubiese mediado concurso alguno, el encargo de elaborar las terceras puertas (del lado este del baptisterio). Más de veinticinco años tardó el escultor en dar por acabado su trabajo, esa obra que sería tan alabada por Miguel Ángel. No era para menos. Ghiberti acabó aquí con las influencias góticas de manera completa. Para ello, compartimentó el espacio en un número menor de paneles, sólo diez, aprovechando por completo el espacio disponible en cada uno. Y en ellos colocó un ciclo de escenas del Antiguo Testamento.

Autorretrato de Ghiberti.

En estas Puertas del Paraíso las figuras se adaptan de manera fehaciente a los cánones de la perspectiva y, al mismo tiempo, el relieve se va aplanando conforme nos adentramos en cada escena, hasta resultar casi absolutamente plano en los fondos. Por el contrario, en los primeros planos predomina el volumen y la corporeidad de los personajes. De esta forma la profundidad es aquí el elemento relevante, junto a la proporción en las representaciones y un destacado gusto por el naturalismo en la composición de las escenas. El arte gótico queda atrás, sustituido por una verdadera joya de la escultura renacentista.

Las Puertas contienen también, en los marcos laterales y en los listones verticales de separación, todo un repertorio de pequeñas esculturas, de figuras bíblicas, motivos vegetales y algunos diminutos bustos de personajes, entre los que se halla el propio autorretrato de Ghiberti. De forma que, a la postre, tenía razón Miguel Ángel: si existiese el Paraíso, no sería necesario construirle una puerta en su entrada; bastaría con poner allí la que Ghiberti había elaborado para el baptisterio florentino, mostrando al mundo los nuevos cánones estilísticos de la escultura renacentista.
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¿Queréis conocer de la mano del propio Ghiberti la iconografía de la famosa puerta? Entonces, descargaros este excelente artículo en español. Más información, en la Wikipedia italiana. Y si queréis ver los diez paneles y algunos detalles, abrid la siguiente presentación.

13 febrero 2007

POWER POINT DEL RENACIMIENTO (II)

ESCULTURA ITALIANA DEL QUATTROCENTO
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Aquí va la PPT de la escultura italiana del Quatroccento, con un esquema conceptual e imágenes de las obras más destacadas de Ghiberti y Donatello.

LA ESCULTURA ITALIANA DEL QUATTROCENTO

EL TRIUNFO DEL NATURALISMO ESCULTÓRICO

Lorenzo Ghiberti: "Puerta este del Bapstisterio". Catedral de Florencia. (14/52). / Detalle de uno de los relieves: "Caín y Abel".






















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Donatello: "San Juan". (1438)

Ya hemos visto como la escultura gótica supuso, respecto a la de la época románica, un avance importante, sobre todo en lo que respecta a la representación de la figura humana. Esta misma tendencia se ampliará y profundizará con los escultores italianos del Quattrocento, cuya obra significa un retorno a muchos de los planteamientos clásicos en el trabajo escultórico.
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De este modo, en lo que a la obra de bulto redondo hace referencia, se avanza en el naturalismo, concretado en un elevado interés en la representación del cuerpo humano (ahora, por lo general, vestido) al que se dota, cuando es necesario, del oportuno movimiento, mediante el empleo de la línea curva. Por otra parte, y en cuanto al relieve, el completo empleo de la perspectiva confiere a las obras una mayor profundidad.

En todo este proceso que lleva a la aparición del primer renacimiento escultórico, centrado en la ciudad de Florencia, dos van a ser los autores más destacados. En primer lugar Lorenzo Ghiberti (1378-1455), que invirtió más de media vida en realizar las segundas y terceras puestas del baptisterio de la catedral florentina. Discípulo suyo fue Donatello (1386-1468), quien lleva a la escultura del Quattrocento a su cénit, mediante una extensa obra en la que el interés por la figura humana y por los problemas de la profundidad en el relieve son las preocupaciones dominantes.
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Donatello: "Retrato ecuestre del condotiero Gattamelata". Padua (1453)

Cuando uno se sienta en el pequeño restaurante que hay en la ciudad de Padua frente a la estatua del condotiero Gattamelata, que Donatello concluyó en 1453, puede comprender sin dificultad la grandeza de este autor: nadie, desde la época romana, había sido capaz de elaborar una estatua ecuestre en la que no solo los rasgos físicos del personaje, sino también su personalidad e incluso su temperamento quedasen tan magnificamente expuestos. Esa serenidad del guerrero mercenario, impasible en esa plaza desde hace más de 550 años, resume con fuerza hasta donde habían llegado, a mediados del siglo XV, los ideales del humanismo renacentista. Ojalá el jinete siga allí cuando visitéis por primera vez la ciudad.
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En el "digital imaging project" podéis ver con detalle cada uno de los relieves de la "puerta del paraíso" y los de la puerta norte del mismo baptisterio, todos de Ghiberti. En el mismo sitio, disfrutad con numerosas imágenes a gran tamaño del Gattamelata. Por último, en esta página italiana podréis dar un vistazo a la biografía y el conjunto de la obra de Donatello.
 

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