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26 octubre 2010

LOS ÓRDENES CLÁSICOS

PROPORCIÓN, EQUILIBRIO Y MEDIDA

Si recordamos algunos de los edificios y construcciones levantados por las antiguas culturas de Mesopotamia y Egipto, no nos llevará mucho tiempo concluir que una de sus características básicas es la de la monumentalidad, de forma que casi podría decirse que en aquellas sociedades uno de los paradigmas de la belleza, desde el punto de vista arquitectónico, consistía en el colosalismo. Desde la gran pirámide egipcia hasta el zigurat de Babilonia o los grandes palacios de las diversas culturas mesopotámicas, todo ello da cuenta de esta tendencia que, en el fondo, puede asociarse también a la idea de mostrar la misma fuerza del poder político, del gobernante, capaz de llevar a cabo tan grandes construcciones.

Sin embargo, cuando nos referimos al mundo griego de los periodos arcaico y, sobre todo, clásico, (ambos entre los siglos VII y IV a.C., aproximadamente) esta tendencia al colosalismo puede darse por desaparecida, sustituida por otra que habría de tener una larga duración en la práctica arquitectónica: la idea de orden. Pero, ¿cómo podemos definir en pocas palabras el concepto de orden clásico? De un lado, la idea, en sí misma, hace referencia a la aplicación  de determinados principios de proporción, medida y equilibrio compositivo en la construcción arquitectónica. Por otro lado, el concepto de orden implica su puesta en práctica en los distintos tipos de edificios y, fundamentalmente, en el más característico de todos ellos: el templo griego.

Como la arquitectura griega, pese a conocer el arco, no recurrió a su empleo, optó por formas adinteladas de neto predominio de la línea recta. Desde estra perspectiva, el orden consiste en la sucesión en vertical de las diversas partes del edificio: suelo, elementos sustentantes y cubierta, según un cierto estilo que varió con el tiempo, dando lugar a los llamados órdenes clásicos: dórico, jónico y corintio. En definitiva, y al igual que hicieron en la escultura, con el concepto de orden clásico los griegos no hicieron sino crear un determinado canon arquitectónico (en este caso, tres) que establecía minuciosamente las dimensiones, proporciones y características de cada parte del edificio, y se atuvieron a estos principios durante siglos.


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Durante el periodo arcaico comenzó la andadura de los dos primeros órdenes, dórico y jónico, que mantuvieron su vigencia durante toda la época clásica. Sin embargo, el orden corintio (consistente en la variación del capitel respecto al propio del estilo jónico, sin mayores novedades) fue ya una creación de época helenística, aplicada sobre todo por la arquitectura romana, que creó además un nuevo orden, el compuesto, en el que se mezclaron elementos procedentes de los capiteles propios del jónico y del corintio. Además, los romanos introdujeron otra curiosa novedad: se atrevieron a superponer los distintos órdenes en determinados edificios de más de una planta.En todo caso, los romanos respetaron la aportación de la cultura griega y no me cabe duda que por cuestiones como éstas de la creación de la idea de orden, aún hoy día seguimos calificando como clásicas a ambas culturas. Merecido se lo tienen.

En esta ocasión, los lectores que deseen ampliar información sobre los distintos órdenes y acerca de algunos ejemplos de cada uno de ellos pueden hacerlo consultando otras entradas de este mismo apartado temático de ENSEÑ-ARTE.

17 octubre 2008

EL TEMPLO DE AFAIA EN EGINA

CONCRETANDO EL ESTILO DÓRICO

Escribiendo el otro día sobre al gálata moribundo se me vino a la cabeza, como no podía ser menos, otra escultura griega, bastante anterior pero de tema semejante. Se trata del famoso guerrero caído que figuraba en uno de los dos frontones del templo de Afaia en la isla de Egina, uno de los edificios considerados canónicos a la hora de definir el estilo dórico.

Pero, vayamos por partes: Egina es una pequeña isla situada en el llamado golfo sarónico, a una veintena de kilómetros de Atenas. A comienzos del siglo V a.C. sus habitantes resolvieron levantar un templo a una divinidad local, la diosa Afaia, que podemos considerar semejante en bastantes rasgos a la Atenea de la vecina Atenas. Y así lo hicieron, de manera que hacia el año 490 a.C. las obras estaban finalizadas. Emplearon para ello la piedra que abundaba en la isla: la caliza, no el mármol.
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El edificio resultante es una obra de estilo dórico, con columnas que rodean toda la construcción (períptero) y que se disponen en número de seis en cada fachada (hexástilo). Como podéis ver en la planta, el espacio interior se divide en las tres partes habituales (pronaos, naos y opistodomos), mostrando columnas in antis en sus dos extremos. La naos está además dividida en naves por dos filas de cinco columnas, siendo la central más ancha que las laterales. Hay aquí una doble altura, que se resuelve colocando otras filas de columnas, del mismo estilo, a un nivel superior.
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Planta (arriba) y reconstrucción (abajo) del templo de Afaia (Hacia 490 a.C.). Egina, Grecia.

Por tanto, tenemos en Egina un templo dórico que se levantó unos cincuenta años antes que el Partenón de Atenas, considerado el prototipo del estilo. Encontramos ya en él todos esos elementos que caracterizan a este estilo: las columnas sin basa, los escuetos capiteles de aspecto geométrico, el arquitrabe liso o el friso dividido en triglifos y metopas. Hallamos además el interés absoluto por la proporción y el equilibrio entre las partes del templo, por la simetría; el orden, en definitiva. Por si fuese poco, los restos conservados han permitido conocer con bastante exactitud cómo sería la apariencia final del templo, con una decoración pictórica que hoy nos parecería exuberante.

Obviamente, los eginetas no se olvidaron de los dos frontones del templo y prepararon para ellos un programa iconográfico relacionado con la guerra de Troya, tratando de convertir en imperecedero el recuerdo de sus antepasados que habían participado en aquellos míticos episodios bélicos. En los dos casos, junto a la diosa central que ocupa la parte más alta del frontón se dispusieron estatuas de guerreros en diversas actitudes. Pero los eginetas llegaron a elaborar esculturas para tres frontones: las modas estaban cambiando tan rápido que una vez terminada la primera serie ya les pareció que las obras resultaban arcaizantes. El guerrero caído que figura más arriba nos muestra como la escultura griega está entrando en el periodo clásico: la sonrisa arcaica ha desaparecido y la asombrosa posición del cuerpo señalan los nuevos tiempos en las obras de bulto redondo. Es una lástima que tan soberbio grupo de esculturas se encuentre hoy en Munich y no en el sitio para el que fueron realizadas.

En resumidas cuentas, hace unos dos mil quinientos años los habitantes de una pequeña isla griega dieron al mundo una tremenda lección de arte, en dos rotundos capítulos: por un lado, en arquitectura, proclamaron la consolidación del orden dórico; por otra, en escultura dejaron atrás el arcaismo buscando una representación más natural de la figura humana. Comenzaba la época clásica.

Aún sin fotos (y en inglés) éste es probable- mente el mejor artículo en la web sobre el templo de Afaia, aunque también debe consultarse la información que figura en la Urbipedia. Recomendable también este otro, con algunas imágenes, que forma parte de la web del "museo de la diosa Athena" (sic). Para acabar, en esta web alemana tenéis la posibilidad de manejar la escultura del guerrero caído, con una imagen de 360º.

20 octubre 2007

POWER POINT DE ARTE GRIEGO

INTRODUCCIÓN AL ARTE GRIEGO. // LA ARQUITECTURA GRIEGA: CARACTERÍSTICAS BÁSICAS

Comenzamos la serie de presentaciones dedicadas al arte griego. En la primera de ellas se aborda una introducción general al mundo griego, con una cronología básica y algunos mapas históricos que os permitan enmarcar adecuadamente la producción artística. La segunda es una introducción a la arquitectura griega y presta, por tanto, atención especial a los distintos estilos constructivos.




19 octubre 2007

EL PARTENÓN

COMENTAR UNA OBRA DE ARTE (8)

¿Un edificio que conmemora una victoria sobre los persas? ¿Una construcción religiosa consagrada a la diosa Atenea? ¿Tal vez un monumento que proclama la grandeza de la polis ateniense a mediados del siglo V a.C.? Todo eso y muchas cosas más es lo que simboliza el Partenón, además de ser un edificio que, con el paso de los siglos, ha soportado abandonos, bombardeos (por parte de los turcos) e incluso saqueos (por parte de los cultos ingleses, quienes disfrutan hoy en el British Museum de Londres de un amplio repertorio escultórico obtenido en este templo).

Formalmente se trata de una construcción de estilo dórico, levantada por Ictinos y Calícrates y supervisada por Fidias.
A modo de introducción al estudio del arte griego, vamos a analizar esta obra, con la que espero que afiancéis la técnica del comentario de obras de arte.

1) DETERMINAR

a) TIPO DE OBRA: Arquitectura.

b) TÍTULO: Partenón. Templo de Atenea Pathenos.

c) AUTORES: Ictinos y Calícrates, con la supervisión de Fidias.

d) FECHA: 447-432 a.C.

e) LOCALIZACIÓN: Acrópolis de Atenas, Grecia.

f) ESTILO: arquitectura griega de época clásica. Estilo dórico.

2) ANALIZAR:

A) Análisis técnico:

* FORMA: obra arquitectónica de planta rectangular, de 69,5 metros de largo y 31 metros de ancho, con cubierta a dos aguas.

* MÉTODO: construcción realizada mediante sillares de mármol pentélico. Se debieron emplear en la obra alrededor de 14300 bloques de piedra.

* DESCRIPCIÓN GENERAL: El Partenón es uno de los ejemplos más significativos del orden dórico griego. Se trata de un templo octástilo (8 columnas en cada fachada) y períptero (las columnas rodean todo el edificio, siendo 17 en cada uno de los lados mayores). Todo el conjunto se asienta sobre una plataforma formada por un estilóbato y dos estereóbatos.

Siendo una obra de estilo dórico, las columnas carecen de basa y su fuste está recorrido en sentido longitudinal por estrías, unidas a arista viva. Hacia el centro del fuste se produce un leve ensanchamiento o éntasis, mediante el cual los arquitectos trataron de corregir los efectos de proporción que acusaría el ojo humano a la vista del edificio. Por el mismo motivo, las columnas aparecen levemente inclinadas hacia el interior. Los fustes rematan en una moldura cóncava, el collarino, sobre la cual se asienta el capitel, de apariencia geométrica y compuesto por dos elementos: el equino, de sección curva, y el ábaco, a modo de pequeña losa que recibe directamente el apoyo de los elementos superiores.

Por encima de los capiteles de las columnas corre un entablamento organizado, de abajo arriba, en tres partes. La primera es un arquitrabe liso. La segunda es el friso, constituido por una sucesión alternante de triglifos (formados por estrías verticales) y metopas (que presentan decoración escultórica). Remata el conjunto una cornisa, saliente respecto a los elementos anteriores.

El empleo de una cubierta a dos aguas genera en cada uno de los lados menores un amplio espacio triangular, el frontón, cuyo perímetro exterior aparece recorrido por una cornisa saliente, de modo que el espacio interior, o tímpano, queda libre para ser decorado con esculturas.

Si se recorre el templo longitudinalmente, tras la fachada octástila se accede a un primer espacio interior, el pronaos, a modo de un segundo pórtico, originariamente sostenido por seis columnas. Este conjunto da paso a la cella o capilla, aislada del resto del edificio mediante un muro de sillares, alrededor del cual se diponen por la parte externa 24 columnas. En esta estancia se alojaba la estatua de la diosa Atenea Parthenos, a quien estaba consagrado el templo. En la parte trasera se adopta un esquema semejante: un nuevo pórtico de seis columnas da paso a una sala menor, el opistodomos, en el que cuatro columnas sostienen la cubierta. Esta dependencia servía para custodiar el tesoro del templo y objetos del culto a la diosa.

B) Análisis simbólico:

La simbología del Partenón en enormemente amplia y, al mismo tiempo, muy clara. De una parte, el mismo templo, como lugar de culto de Atenea, viene a simbolizar a la propia diosa, sobre todo en su consideración de divinidad protectora por antonomasia de la polis ateniense. A tal efecto, la cella acogía una colosal escultura de11 metros la diosa, hoy perdida, pero de la que aún se conserva in situ el basamento que la sostenía.

Pero la simbología escultórica del Partenón se hacía evidente sobre todo mediante la decoración escultórica que originariamente presentaba el edificio. Así, los dos frontones del templo reproducían los temas del nacimiento de Atenea y el combate entre esta diosa y Poseidón (o Patronato del Ática).

Por su parte, en la metopas del friso exterior se representan. como si de viñetas se tratase, cuatro temas diferentes. En los dos lados menores, con 14 metopas cada uno, aparecen la Amazonomaquia y la Gigantomaquia. En los lados mayores, con 33 metopas cada uno, los temas seleccionados son la Centauromaquia y la Illiupersis o Guerra de Troya. Todo este conjunto simboliza la capacidad de la polis de Atenas para vencer a sus enemigos, representando las luchas que los atenienses o sus antepasados mantuvieron con amazonas, gigantes, centauros o troyanos, temas clásicos en la mitología griega.

Finalmente, a lo largo del muro de la cella, corre un friso de estilo jónico en el que se representa una procesión que cada cuatro años tenía lugar en Atenas. Se trata de las Panateneas, en la que un amplio cortejo acudía a entregar a la diosa un peplo bordado por las jóvenes de la ciudad. Todo ello es un trasunto de la propia polis ateniense y de sus valores cívicos, de su organización y de sus costumbres. El friso de la cella es símbolo, por tanto, de la propia ciudad de Atenas y pretende demostrar su supremacía en el mundo helénico.

En todo este programa escultórico, así como en el diseño de las trazas generales del templo, se ha creido ver la mano de Fidias, el más destacado de los artistas atenienses del siglo V a.C. Sin embargo, las diferencias estilísticas dentro del conjunto son tan marcadas que puede darse por segura la participación de varios artistas para rematar tan amplia obra. Pese a todo, se ha hablado de un "estilo Partenón" para definir la elevada calidad de las representaciones escultóricas que el templo acogía.

C) Análisis sociológico:

El Partenón se edifica durante el periodo denominado "plena época clásica", que se desarrolla tras la finalización de la Segunda Guerra Médica contra los persas (480-479 a.C.). Durante su transcurso, los atenienses se vieron obligados a evacuar la ciudad, la cual acabó siendo saqueada por las tropas de Jerjes, el rey persa. No obstante, la victoria final correspondió a los griegos, quedando consolidada durante unos años la hegemonía de Atenas. En esta polis se abordó un proceso de reconstrucció de edificios aruinados por los persas. Las actuaciones fueron especialmente intensas en la Acrópolis, donde el Partenón vino a sustituir a otro templo que se estaba levantando en el mismo lugar cuando se produjo la invasión.
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La construcción del Partenón viene a coincidir en gran parte con el gobierno del arconte Pericles (443-429), durante el cual se consolida el sistema democrático y la ciudad vive unos años de esplendor, paz y prosperidad. El contacto del gobernante con filósofos como Anaxágoras es posible que explique el afán por la proporción y el orden que apreciamos en el Partenón. Todo ello queda recogido en la frase del filósofo: "al principio era el caos; después vino la inteligencia, que todo lo puso en orden".
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3) OTRAS CUESTIONES:
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Como templo de estilo dórico, el Partenón es heredero de otras obras. Aunque el canon dórico se empleó ya en época arcaica, en el periodo clásico podemos considerar precedentes del Partenón el Tesoro de los atenienses en Delfos (490 a.C.) o el templo de Zeus en Olimpia (acabado en el 457 a.C.), hoy desaparecido, pero que puede considerarse como prototipo del estilo.
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Por otro lado, debe mencionarse que la decoración del Partenón incluía la policromía de algunas de sus partes. Así ocurría con todos los elementos escultóricos o con los triglifos. Incluso, en algunos casos, se recurrió al dibujo de motivos vegetales.
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Finalmente, cabe señalar que el Partenón se mantuvo en un estado aceptable de conservación casi dos mil años, pese a ser destinado a diversos usos: iglesia bizantina y, luego, cristiana, mezquita y, más tarde, polvorín. En 1687 una bomba destruyó ese polvorín y su explosión arrasó la cella, destrozando algunas columnas. A comienzos del siglo XIX el inglés Lord Elgin decidió arrancar del templo muchas de las obras escultóricas y llevarlas hasta su país, donde aún se encuentran hoy, alojadas en el Museo Británico.

Ved una amplia colección de fotografías de la Acrópolis y el Partenón en este mapa clicable. Practicad vuestro inglés leyendo el amplio y documentado artículo que dedica al templo la Wikipedia inglesa. Disfrutad de los frisos del Partenón en esta excelente página, con un increible repertorio fotográfico. Después, completad vuestra información con esta visual historia de los griegos. Y acabad apoyando esta campaña para que los mármoles vuelvan a Grecia. También existe, afortunadamente, una asociación inglesa que se plantea el mismo objetivo.

Detalle del friso del Partenón.

18 octubre 2006

LA ARQUITECTURA GRIEGA

EL TEMPLO Y LOS ÓRDENES CLÁSICOS
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Templo dórico. (Hacia 420 a.C.) Segesta, Sicilia (Italia).

Que enorme gasto de energías humanas debió suponer la construcción de las pirámides en Egipto! Y todo para servir como enterramiento a una única persona. Sin embargo, las creencias religiosas egipcias y la concepción del faraón como un dios viviente explican, en gran parte, esta situación.
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Pero ahora, en el mundo griego, veremos cómo la arquitectura da un paso de gigante: los edificios más importantes van a seguir siendo de carácter religioso, pero ya no tienen carácter funerario, sino que estarán dedicados al culto a los dioses (quienes, por cierto, se represenan de forma humana). Son, por tanto, los templos construcciones públicas, que simbolizan a la perfección el grado de desarrollo de la ciudad en la que se levantan y el poder de sus instituciones y sus dirigentes.
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Vista aérea de la acrópolis de Atenas. // .Templo de Afaia (Hacia 490 a.C.). Egina, Grecia.
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Estos edificios se construirán siguiendo unas determinadas reglas que permanecieron casi inmutables a lo largo de la historia del mundo griego. Sin embargo, la norma permite la diversidad de estilos, que irán apareciendo con el paso del tiempo. Surge así la idea de orden, como conjunto de reglas que debe presidir la construcción de cada edificio.
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Esquema básico de los tres órdenes arquitectónicos griegos.
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Tres fueron los órdenes clásicos, el dórico (representado en el más importante de los templos griegos, el Partenón de Atenas), el jónico y el corintio. Con ellos se levantó una arquitectura adintelada que empleó la piedra como material habitual y que alcanzó sucénit a mediados del siglo v a.C.. En esos templos se dio culto a los dioses, pero también se desarrollaron las grandes ceremonias de las polis. Hoy constituyen un hermoso y extenso legado que se extiende por las orillas del Mediterráneo, simbolizando a la perfección una de las más brillantes aportaciones del mundo clásico.

Un buen resumen de la arquitectura griega (además, en español) podemos encontrarlo en la página "Hellas", alojada en el servidor de la Universidad Autónoma de Madrid. Por otro lado, y para seguir con páginas en español, desde la UNED se nos ofrece una breve y acertada síntesis de la arquitectura griega, así como una lista de los principales templos.

 

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