¿A QUÉ LLAMAMOS ARTE?
Matthew Ritchie: "The mornig line".
De nuevo, dos años después, acudo a una nueva edición de la BIACS. Parece que otra vez el arte contemporáneo se da cita en Sevilla. Voy hasta la Cartuja pensando en las pomposas frases del comisario de la muestra: "el público será el protagonista", "habrá una democratización del arte". Seré el protagonista, ¡qué bien!; el arte será democrático, ¡excelente! Pero, de entrada, no me dejan hacer fotografías. "Los derechos de autor", me dice un guardia de seguridad. ¿Qué derechos son esos si lo que figura en las innumerables pantallas que cruzamos es mi propia imagen y la de quienes me acompañan?
Matthew Ritchie: "The mornig line".
En fin, veamos qué hay en la BIACS. En la misma entrada, "the morning line", la escultura a gran tamaño de Matthew Ritchie, calificada de "proyecto experimental pionero". Me gusta, es atractiva no cabe duda. Aunque desde luego no resulta "experimental" ni "pionera". Para ello habría que olvidarse, por ejemplo, de las grandes esculturas de Frank Stella, de las que ya hemos escrito aquí. Y pasamos la puerta. Él lema de la BIACS parece hacerse realidad: "tuniverso". Vaya, al parecer mi universo es sólo digital y altamente tecnológico, porque pantallas de todo tipo asaltan al espectador. En los techos, en las paredes, grandes, pequeñas, diminutas. Me viene a la idea de que no estoy en un certamen de arte sino en la fracasada y aburrida Expo de Zaragoza, a no ser que el arte consista en hacer que unas barritas produzcan chispas eléctricas o que una llamada de teléfono móvil encienda unos diodos. ¿Tal vez sea arte poner un dedo sobre un cubito de plastilina, meterlo en el microondas, esperar que se endurezca y llevártelo a casa? ¿O es arte que un brazo-robot escriba de manera constante textos del Éxodo?
En fin, no quiero aburrir al lector. Para muestra basta un botón. Centrémonos un momento en la obra "Manipulaciones urbanísticas abusivas" de un artista llamado Francisco Almengló: multitud de cables de caucho tirados de manera desordenada (faltaría más) sobre una especie de pupitre. Se la califica de "reflexión sobre el estado de la arquitectura y el urbanismo". Lo intenté, pero nada interesante se me vino a la cabeza. Debía estar espeso esa mañana. Se dice además en el panfleto oficial que el autor emplea el lenguaje minimalista. ¡Qué barbaridad! ¿Qué pensarían de esto el mismo Stella, Mondrian o Ellsworth Kelly? En una entrevista el artista afirma que "vivimos una especulación inmobiliaria brutal". Caramba, nadie debía de saberlo, con lo que está pasando en la economía. Ante toda esta bienal, yo creo que Duchamp se troncharía de risa.
El problema es que como esas "manipulaciones" hay muchas más en la BIACS. Toda la bienal está llena de ellas, mucha manipulación y poco arte. Para colmo, la Junta de Andalucía nos monta un minipabellón al que denomina "Estilo segunda modernización". En fin, aunque yo no sé muy bien cuando ha habido por aquí una primera modernización, el colmo es que las instituciones y los políticos denominen ahora a los estilos artísticos. Y encima con el dinero de los contribuyentes.
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Quienes me acampañaron ayer a visitar esta muestra no eran ciudadanos expertos en arte, pero todos ellos eran licenciados universitarios, personas cultas e interesadas por el arte de verdad. Salieron de allí abochornadas, con un cierto sentimiento de haber sido estafados cuando compraron la entrada y, además, de vergüenza por nuestros gestores culturales. Todos ellos mostraron sin embargo un elevado interés por el contenedor de la muestra, el propio monasterio de la Cartuja.
.Curro González: "El enjambre-1".
Ya nos íbamos cuando un cuadro de gran tamaño concitó nuestra atención: se titula "el enjambre" y su autor es Curro González. Nos atrajo esta obra que capta a fondo el sentimiento de multitud desde un plano elevado. Esta obra nos hizo reconciliarnos con el Arte. Menos mal.
La Bienal tiene una web oficial. Por lo demás, recomiendo que veáis en formato vídeo esta entrevista de una periodista de El Cultural de El Mundo a Francesca Von Habsburg, con motivo del montaje de la escultura The morning line.
12 comentarios:
Vaya...no creo que hubiese podido asistir pero es bueno saber que no me pierdo gran cosa. Lo del "arte moderno" tiene miga o como dicen en mi pueblo es "pa mear y no echar gota" y con la excusa de entenderlo o no, meten auténticos engaños y tomaduras de pelo.
Un salu2.
Miski, lo que he escrito s mi opinión absolutamente personal y subjetiva, claro está. Y en todo caso, en el arte actual, hay mucha obra interesante, aunque es verdad que también abunda la estupidez y la tomadura de pelo que tú señalas.
Saludos cordiales
JDC
A cualquier cosa le llaman "arte moderno". Existen algunas obras interesantesmde en el "arte moderno", pero creo no en este caso. Es lastimoso el tiempo perdido al asistir a esta clase de actividades, porque se espera encontrar algo diferente, pero no tratar de tomarnos el pelo con que es una "nueva corriente"; en todo caso un nudo de cables...
Efectivamente, Thelma, el arte moderno es una etiqueta en la que caben muchas cosas. Demasiadas, en mi opinión.
Saludos cordiales
JDC
Vaya comentarios catetos y faltos de información, dedicate al arte clasico carcamal..
Entiendo que no te guste mi obra, pero no utilices la imagen que tiene copyright. Veo que tu mentalidad y tu cultura artistica es bastante reducida y los licenciados sevillanos se olvidan que vivimos en la contemporaneidad y no en el barroco, es una pena que gente joven tenga esta mentalidad tan retrograda y trasnochada.
Anónimo: puedo aceptarte lo de cateto y lo de carcamal (y ya es mucho aceptar). Pero lo que no te acepto es lo de falta de información y, sobre todo, lo de que no indiques quién eres. ¡Así comenta cualquiera! Aunque en este caso tu opinión y tu forma de expresarla dejan bien claro qué tipo de persona eres.
Dejo aquí tu comentario como ejemplo de intolerancia, memez y tendencia a la agresividad. Quizás debieras consultar un blog de ayuda psicológica, más que los de arte.
Saludos cordiales
JDC
Estimado Sr. Almengló: el tono de su comentario apunta en la misma dirección que ya he señalado en el artículo sobre la Bienal. Como a usted no le gusta lo que escribo, considera que mi mentalidad y cultura artística son bastante reducidas (aquí, a usted se le olvidó la concordancia). Me gustaría que me explique porqué esta obra, M.U.A., debe permitirme inferir que las suyas (mentalidad y cultura, digo)son más elevadas.
Por otra parte, las generalizaciones son siempre peligrosas. Afirma usted que los licenciados sevillanos nos olvidamos de que vivimos en la contemporaneidad y no en el Barroco. ¿Cómo lo sabe? ¿Ha hecho una consulta a todos ellos? Además, si me olvidase de la contemporaneidad, no me hubiese preocupado un ápice de su obra. Lo lamentable es que algunos quieran hacernos tragar que todo lo contemporáneo, por el hecho de serlo, es bueno o, mejor aún, excelente. Y a mi me parece que su obra (ésta que analizamos) no lo es. A mi juicio subjetivo es pésima, pero no generalizo y no digo que todas las suyas lo sean.
¿Sabe que le pasa Sr. Almengló? Que en el fondo, y aunque dice lo contrario, usted no entiende que no me guste su obra y, desde ese punto de vista, es usted el que vive en el Barroco, que en nuestro país fue, como sabrá, una época de intolerancia.
Por cierto, no es el Barroco uno de mis estilos preferidos, pero tratar de denostarlo y asociar a quienes disfrutan con él de retrógrados y trasnochados es censurar el gusto por Velázquez o Vermeeer, por Zurbarán o Martínez Montañés. ¿Está usted seguro, señor Almengló, de que el que tiene una cultura artística tan reducida soy yo? ¿Dónde queda la suya, que además de poner cables en una mesa sin ser Ray o Duchamp y muchos años después que ellos, se atreve a denostar un estilo entero?
Finalmente, le invito a que se dé una vueltecita más a fondo por ENSEÑ-ARTE. Quizás deduzca que me gusta el arte contemporáneo (también el actual)una barbaridad. Pero el buen arte contemporáneo, no cualquier cosa que se haga ahora. A no ser que tengamos que conmulgar con ruedas de molino y aceptar que las obras de Damien Hirst o esta suya son excelentes, por el mero hecho de ser actuales.
Seamos serios, señor Almengló.
Saludos cordiales,
JDC
Me ha gustado mucho el post y también los comnetarios ,que aunuqe bruscos algunos de ellos y respondidos con vehemencia dado el tono de ellos, suponen una valoración estupenda. Me gusta esa frase de que el arte contemporáneo no es todo bueno sólo por el hecho de ser contemporáneo. Los cánones de belleza/fealdad o de aseveración del hecho artístico han cambiado y se han roto en la segunda mitad del siglo XX pero no han desaparecido.
Bajo el axioma: "todo objeto es arte si el artista ha considerado que lo sea" rayan todo tipo de posturas. Pero yo también soy partidario de que el arte lo genera el espectador, y si una cosa resulta absurda, también hay respetar dicha opinión.
Saludos varios a todos
Hola, JLPA, me alegreo de volver a leerte por aquí. te veo alguna vez en tus pasatiempos. Pues eso que dices. Coincido contigo. Lo contemporáneo es contemporáneo, de eso no nos cabe duda, pero no necesariamente bueno. Y desde luego las cosas no tienen por que ser arte porque sí. Muchísimo de lo que llamamos arte actual no va a pasar la criba del tiempo. ya verás, habrá museos que tendrán que enviar a sus desvanes parte de lo que adquirieron ahora a precios imposibles.
Saludos cordiales
JDC
Es lamentable que desde el anonimato, se intente dañar o desprestigiar los criterios de otra persona.
Hombre, Antonio, me alegro de leerte por aquí. Muchas gracias por tu opinión, que pone las cosas en sus justos términos.
Saludos cordiales
JDC
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GRACIAS POR VISITAR ENSEÑ-ARTE. RESPONDERÉ TU COMENTARIO A LA MAYOR BREVEDAD.