25 noviembre 2007

EL ARTE ALMOHADE

SOBRE LA AUSTERIDAD ARQUITECTÓNICA

Para comprender las raíces del arte almohade debemos trasladarnos con la imaginación hasta las montañas del Atlas, en el actual Marruecos. Allí nació Ibd Turmat (1080-1130), un bereber que desde muy joven se sintió particularmente atraido por las cuestiones religiosas, practicando una vida de carácter ascético, mientras criticaba el espíritu de relajación que, desde su punto de vista, caracterizaba la sociedad almorávide, cuyo imperio se extendía también a Al-andalus. Su puritanismo le llevó a predicar una verdadera cruzada contra dicho imperio, basándose en el principio de la defensa de la unidad de Allah (por eso el nombre de al -Muwahhidun o defensores de la unidad, con el que se conoce a los almohades) y en la necesidad de volver a practicar las enseñanzas coránicas desde una perspectiva absolutamente rigorista.

Torre de la mezquita Kutubiyya (Hacia 1162), al atardecer. Marrakesh.

Ibn Turmat murió antes de ver como sus partidarios lograban imponerse en Marruecos sobre los almorávides hacia el año 1140, convirtiendo a Marrakesh en la capital del nuevo imperio norteafricano. Poco después, los almohades cruzan el estrecho de Gibraltar e inician la conquista de Al-andalus, que no concluirían hasta 1170, aproximadamente. Los califas almohades establecieron su capital peninsular en Sevilla, ciudad que, bajo los gobiernos de Abu Yacub Yusuf y de su hijo Abu Yusuf Yacub al Mansur, fue embellecida con nuevas construcciones (de esta época son la Giralda y la Torre del Oro, por ejemplo).

Torre Hassan (Hacia 1199). Rabat.

Así pues, en ambas orillas del Estrecho podemos encontrar las huellas del arte almohade. Éste se caracteriza en arquitectura por una tendencia a la austeridad, mediante la depuración o eliminación de elementos decorativos, mostrando un cierto gusto por las formas desnudas, muy acordes con el rigorismo religioso predicado por el mahdi Ibn Turmat. Por la misma razón, cuando se recurre al uso de elementos decorativos se evitan los de carácter figurado, de forma que predominan los que mantienen una clara secuencia geométrica, como los paños de sebka, desarrollados mediante complejas redes de líneas romboidales. También destaca la inclusión de cerámica (habitualmente monócroma) como elemento decorativo, no ya en los zócalos, sino en altura, como podemos apreciar en algunos alminares.

Patio del Yeso. Alcázar. (Segunda mitad del siglo XII). Sevilla.

Por otra parte, los almohades van a emplear abundantemente un material constructivo barato y relativamente fácil de levantar: el tapial o barro encofrado mediante cajones de manera, que aglutinado con cal adquiere una considerable dureza y elasticidad. Con este humilde elemento se realizarán edificios de gran tamaño, como algunas mezquitas, aunque para las construcciones de altura suela recurrirse al ladrillo, como ocurre en la torre de la Qutubiyya de Marrakesh o en la propia Giralda.

Esa es quizás la faceta más conocida de la arquitectura almohade: la construcción de alminares de gran altura y planta cuadrada, proyectados como una "torre dentro de la torre", dada la existencia de un cuerpo interior, dividido longitudinalmente en pisos, y un cuerpo exterior, quedando unidos ambos mediante el elemento de subida, ya sea una rampa (como en la Giralda) o una escalera.

Finalmente, el uso del arco túmido (además del de herradura) y de la bóveda de mocárabes, el empleo de pilares como soporte preferido en los edificios y la tendencia a levantar cubiertas de madera (que tendrán una amplia continuidad en la arquitectura mudéjar) son otras características de la arquitectura almohade, que también prestó atención a las edificaciones militares (de la que es un buen ejemplo la Torre del Oro, en Sevilla) y a los edificios palaciegos, de los que nos ha quedado una interesante muestra en las estancias conservadas en el Alcázar sevillano.

Y fue así como aquellos hombres venidos desde las montañas norteafricanas, que creían que "la imperfección es imposible en el Creador" crearon un arte original y hermoso que dejó aquí en Sevilla, desde donde escribimos y leéis muchos de vosotros, una de las más hermosas páginas de la Historia del Arte. El arte que algunos han llamado "de los fundamentalistas ilustrados".

La interesantísima vida de Ibn Turmat está contada de manera excelente en este artículo. Sobre el sentido del pensamiento almohade podéis leer esta aportación. En esta página tenéis una descripción (en inglés) de la mezquita Qutubiyya de Marrakesh. Finalmente, para el caso español, podéis leer la síntesis que presenta Artehistoria.
Aldabón almohade de bronce de la mezquita mayor, actual "Puerta del Perdón". (Hacia fines del siglo XII). Sevilla.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

carta de un profesor a un político sonriente

Javier dijo...

Hola! di con tu blog de manera totalmente casual, y te escribo para felicitarte por la labor que estás haciendo. Me parece que das un enfoque muy didáctico a todas tus presentaciones y posts. Felicitaciones de parte de un humilde y resignado opositor a Geografía e Historia.

Por cierto, en alguno de tus posts, leí que las presentaciones en powerpoint se podían descargar, pero siempre que lo intento, me dice que no es posible. ¿Podrías decirme cómo hacerlo, si es que se puede?

Gracias.

Juan Diego Caballero dijo...

Hola, Javier: gracias por tu opinión.
Finalmente, las presentaciones no se pueden descargar, salvo aquellas que están en Scribd, aunque sólo son unas cuantas. Las demás has de verlas en el blog o en la página de Slideshare, donde prodrás manejarlas a pantalla completa.
Saludos cordiales y suerte en esas oposiciones.
JDC

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