18 marzo 2009

LA FUENTE DE LOS LEONES

EN TORNO AL PARAÍSO MUSULMÁN

He asistido hoy a la inauguración de una réplica de la fuente del Cuarto de los Leones de la Alhambra de Granada, realizada por alumnos y profesores del IES "José María Infantes" de Utrera (Sevilla) quienes, coordinados por un entusiasta director, llevan a cabo un curioso e interesante proyecto de reproducción de obras de arte. Durante el acto, recordaba la belleza de ese patio singular, con el que podría decirse que concluye la construcción de la Alhambra islámica.

El Cuarto de los Leones, cuya edificación ordenó el sultán Muhammad V en 1377, se organiza en torno a un patio de crucero de planta rectangular, inspirado en lejanos precedentes persas, que viene a simbolizar el universo. Dicho patio muestra en sus cuatro lados galerías sostenidas por un total de 124 columnas típicamente nazaríes (de una esbeltez tal que nos hace pensar en las palmeras de los oasis) y posee un pabellón en cada uno de los extremos del eje mayor. Además, está dividido en cuatro partes separadas por otros tantos pequeños canales que simbolizan los cuatro ríos del paraíso e, incluso, los cuatro puntos cardinales. En el centro de ese cosmos figurado se sitúa esta fuente que da nombre al conjunto y que no sería más que un trasunto de la que se encontraría en el mismo centro del paraíso, según nos narran los libros sagrados de las grandes religiones monoteístas, a todas luces una representación del poder divino, dador de vida.

Esa fuente que hoy han reproducido en ese instituto de Utrera consta de un amplio vaso sostenido por doce leones de mármol blanco que, al mismo tiempo, expulsan agua por sus bocas. Destacan en tales figuras dos cuestiones: de una parte, su aspecto monolítico que recuerda la labra de las esculturas orientales y que contrasta con el cuidado que ha puesto el artesano en su talla, reflejado en pequeños detalles anatómicos. Por otra, el agrupamiento de estas fieras por parejas: seis machos y seis hembras. No puede decirse que nos encontremos ante unas figuras naturalistas, pero sí que resulta evidente el interés del escultor por dejar patentes algunas señas de individualización.

Sobre el origen de la fuente no existe certeza absoluta. La opinión más extendida considera que los leones pertenecieron a un palacio granadino de inicios de la segunda mitad del siglo XI, mandado construir por el visir judío Yusuf Ibn Nagrela, siendo el número de leones una evidente alusión a las doce tribus israelitas. Tres siglos después, el grupo escultórico sería reaprovechado en este patio de la Alhambra, aunque ahora la simbología cambiaba de manera radical: el agua, como si de plata fundida se tratase, vendría a representar un regalo divino del que el sultán resulta depositario y, acto seguido, el líquido elemento alcanza a los leones, símbolos ahora de los súbditos-guerreros del sultán a quienes éste prodiga sus favores. Para que la transformación simbólica quedase acreditada, en el nuevo y amplio vaso octogonal con el que se coronó el conjunto se talló un alambicado poema de Ibn Zamrak (1333-1393), que fue secretario de la cancillería nazarí. Así pues, algo que fue escrito hace ya más de 630 años en un ambiente áulico era hoy vagamente recordado en un entorno escolar. De la montaña al llano. Merece la pena que leamos ahora nosotros esos versos:

"Bendito sea Aquél que otorgó al iman Muhammad
las bellas ideas para engalanar sus mansiones.
Pues, ¿acaso no hay en este jardín maravillas
que Dios ha hecho incomparables en su hermosura,
y una escultura de perlas de transparente claridad,
cuyos bordes se decoran con orla de aljófar?
Plata fundida corre entre las perlas,
a las que semeja belleza alba y pura.
En apariencia, agua y mármol parecen confundirse,
sin que sepamos cuál de ambos se desliza.
¿No ves cómo el agua se derrama en la taza,
pero sus caños la esconden enseguida?
Es un amante cuyos párpados rebosan de lágrimas,
lágrimas que esconde por miedo a un delator.
¿No es, en realidad, cual blanca nube
que vierte en los leones sus acequias
y parece la mano del califa, que, de mañana,
prodiga a los leones de la guerra sus favores?
Quien contempla los leones en actitud amenazante,
sabe que sólo el respeto al Emir contiene su enojo.
¡Oh descendiente de los Ansares, y no por línea indirecta,
herencia de nobleza, que a los fatuos desestima:
Que la paz de Dios sea contigo y pervivas incólume
renovando tus festines y afligiendo a tus enemigos!»
.
Información general sobre el Cuarto de los Leones en esta Web no oficial de la Alhambra, aunque muy completa, como podréis comprobar leyendo este artículo sobre la fuente. Más información en este texto.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Este "director entusiasta" se siente honrado por ser objeto de comentario en un blog de tanto prestigio como el tuyo.
Vistas de nuevo las imágenes del original de la fuente, no puedo más que decir que hemos hecho lo que hemos podido.
Gracias amigo.

anonimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Este blog es una maravilla , gracias por este trabajo tan fenomena, Lola Ladaria, Profesora del IES SES ESTACIOSN , Palma de Mallorca

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