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04 enero 2009

FERNAND LÉGER

EL CUBISMO MAQUINISTA

Ni sus orígenes humildes ni el hecho de quedarse huérfano de padre desde muy niño impidieron que Fernand Léger (1881-1955) consolidase la vocación hacia la pintura que ya había mostrado en su infancia y que explica que en su primera juventud lo encontremos en París, inaugurando la llegada del siglo XX mientras estudia pintura y artes decorativas. En aquel ambiente parisino, el artista inicia su trayectoria como pintor con unas primeras obras que acusan una fuerte influencia del impresionismo.

Fernand Léger: "La costura" (hacia 1910). París.

Sin embargo, pocos años después Léger descubre las obras de Cézanne y queda atrapado por sus propuestas de geometrización y de valoración de los volúmenes. Este será el camino que le lleve al conocimiento de los pintores cubistas, Picasso y Braque, con quienes realiza alguna exposición conjunta. Pero este "periodo cubista" de Léger es ciertamente peculiar. Manifiesta una atracción poderosa hacia dos formas geométricas, el cilindro y el cono, y muestra una predilección por las líneas curvas y los colores vivos, contrastados unos con otros. Por otra parte, se aleja de los temas favoritos de los otros pintortes cubistas; prefiere las escenas exteriores a los interiores poblados de naturalezas muertas.

En 1914 un hecho de trascendencia internacional interviene en la trayectoria artística de nuestro pintor, que es movilizado desde comienzos de la Primera Guerra Mundial por el ejército francés. Léger pasa casi tres años en las trincheras de los frentes de batalla y está a punto de morir asfixiado por gas mostaza, hasta acabar convaleciente en un hospital. Pero el pintor no ha aprendido de la guerra sólo lo que tiene que ver con la muerte y la destrucción, con el horror y la violencia. También le han sorprendido las nuevas máquinas militares: la artillería, las ametralladoras, los tanques. Toda esa experiencia bélica va a transformar en profundidad su pintura, que a partir de este momento, y durante algún tiempo, muestra un gusto especial por los temas tecnológicos. Léger entra en el "periodo mecánico" en el que sus obras reflejan el interés por las más diversas máquinas.

Fernand Léger: "El 14 de julio" (1919). Biot, Francia.

Y de las máquinas, pero sin abandonar nunca del todo su peculiar visión cubista de la pintura, Léger pasa a una nueva etapa: el "periodo clásico", en el que la figura humana se vuelve ahora centro de su mirada. Pero también es peculiar el tratamiento que el pintor francés da a tales figuras. Hasta cierto punto, casi podría decirse que participan de los caracteres industriales que abundaban en la época anterior, que hay cierta desnaturalización en esos hombres y mujeres hieráticos que aparecen en sus lienzos. Para entonces, la fama de Léger se ha extendido y sus obras alcanzan gran reconocimiento, no sólo en Europa, sino también en los EE. UU., donde residirá durante los años de la Segunda Guerra Mundial.

Acabada la contienda, Léger regresó a Francia y mantuvo en su trabajo esas características de los periodos anteriores, aunque siempre abierto a las nuevas corrientes artísticas, hasta tal punto que algunos lo consideran un precedente directo del arte pop. En cualquier caso, su actividad (que se extendió también a las ilustraciones de libros, a la realización de vidrieras y de decorados teatrales) mantuvo siempre un acusado estilo personal, hasta el punto de que algunos califican a su obra más de tubista que de cubista. Cómo no iba a tener un estilo propio un artista que se atrevió a afirmar que "el arte consiste en inventar y no copiar. El Renacimiento italiano es un período de decadencia artística." Cuestión de gustos.

Fernand Léger: "Sin título" (1944). París.

En la página del Museo Nacional Fernand Léger de Francia podéis consultar una biografía del pintor, ordenada por etapas, con acceso a varias de sus obras más conocidas. En esta página española tenéis otra biografía. Dejo para el final esta magnífica monografía dedicada al artista por el centro Pompidou de París. Y además, aquí tenéis una muestra de la producción de Léger. Gana mucho si la veis a pantalla completa.

05 septiembre 2008

JUAN GRIS

LA PUREZA DEL CUBISMO

Nació en la misma década que Picasso y, como él, se dedicó a la pintura. Era también del mismo país que el artista malagueño, de quien fue amigo personal. Ambos practicaron un mismo estilo pictórico, el cubismo, y los dos habían marchado desde España a París en busca del éxito y del contacto con las vanguardias artísticas. Nuestro pintor se llamaba José Victoriano González, pero ha pasado a la historia del arte con el pseudónimo que adoptó en su juventud, Juan Gris (1887-1927).

Juan Gris: "Hombre en el café" (1912). Filadelfia.

Pero por otra parte la justificada aureola de Picasso como genio supremo de la pintura del siglo XX ha perjudicado de alguna manera a este artista cuya obra quedó hasta cierto punto oscurecida por la de su amigo. Gris nació en Madrid e inició en su adolescencia estudios de arte que no llegó a concluir. En estos años primeros años de su trayectoria artística su dedicación principal es el dibujo, de forma que se gana la vida ilustrando revistas, hasta que en 1906 decide marchar a París en busca de mejores horizontes. Ese mismo año conoció a Picasso, de quien fue vecino y con quien trabó una gran amistad. El mismo marchante llegó a encargarse de las ventas de cuadros de los dos pintores españoles.

Esas circunstancias permitieron a Gris asistir desde un punto de vista privilegiado al nacimiento del cubismo como propuesta pictórica. Pero pese a todo, y durante unos años, él se mantendría realizando ilustraciones y reconociendo a Picasso como su maestro.

Juan Gris: "Retrato de Picasso" (1912). Chicago.

No fue hasta 1912 cuando Gris decidió adentrarse en la senda del cubismo. Estamos en el momento en que surge el cubismo sintético, que él contribuiría a desarrollar con los collages que compone a partir de diversos elementos. Se trataba de construir la obra a partir no sólo de elementos pictóricos, sino añadiendo a éstos materiales diversos, como un trozo de periódico o un fragmento de madera.

Juan Gris: "Botella, periódico y frutero" (1915). Basilea.

Y ese fue el estilo al que ya quedaría vinculado Juan Gris hasta su temprana muerte en 1927. Sus obras reflejan una clara estructuración del espacio y una manera de entender la geometrización de las formas que recuerda la pintura de Cezanne. El sin embargo afirmaba que este artista "de una botella hacía un cilindro", mientras que él seguía el camino inverso. partía del cilindro para crear "una determinada botella. Voy de lo general a lo particular".

Juan Gris: "Guitarra y partitura" (1926-27).

Cuando contemplamos una obra de Gris es fácil que se nos venga a la cabeza la idea de que un cierto orden invade la composición, de que las formas que el artista nos presenta han sido sometidas a un claro proceso de estructuración. Nada parece estar fuera de su sitio ni resultar innecesario. Pero todo ello no es una carácterística esencial del cubismo. Resulta más bien un claro ejemplo de la personalidad del pintor, para quien "después de todo, la pintura se ha de hacer tal como uno es". Parece pues que Juan Gris era un hombre ordenado. Rigor intelectual.

Juan Gris: "Mujer con cesto" (1927).

En esta página puede leerse una detallada biografía del pintor y ver algunas de sus obras. Además esta otra web nos presenta 169 de sus cuadros y aquí se nos muestran 60 de ellos a gran tamaño. Para finalizar, leeros este breve e interesante artículo sobre "la pureza moral e intelectual de Juan Gris".

01 junio 2008

PICASSO: AUTORRETRATOS (Y II)

SEGUNDO PERIODO 1926-1973

Completamos ahora la serie de los autorretratos de Picasso. En este segundo de los periodos en los que (arbitrariamente) hemos dividido su obra el autor recurrió al autorretrato con mucha menor frecuencia. Tal vez su fama creciente y sus múltiples centros de interés sean los responsables de este hecho, aunque no debemos tampoco perder de vista la idea de Picasso de que el autorretrato era, en algún sentido, un aprendizaje.
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Autorretratos de 1940.
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Quizás, encontrándose ya en la plena madurez, el artista no creyó necesario ahondar más en el análsis de su propia personalidad. Así, en un periodo de mucha mayor extensión temporal, el número de obras de este tipo se reduce a diez, aunque dejamos fuera de la lista a aquéllas que tienen como título el de "el pintor y su modelo", y, en las que en ocasiones podemos vislumbrar tal vez la imagen del propio autor.
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Desde 1921 Picasso no volvió a autorretratarse hasta 1940 y lo hizo entonces de forma muy breve: dos pequeñas obras realizadas a lápiz sobre papel que nos ofrecen un primer plano del rostro del artista, en el que destaca sobremanera su mirada penetrante.

Encontramos una nueva obra a mediados de 1955. En esta ocasión Picasso elige para sí mismo el punto de vista cubista, planteado con gran sencillez y empleando únicamente el color negro sobre fondo blanco,

Autorretratos de 1955 (izquierda) y 1956 (derecha).

Contrasta grandemente ese autorretrato con el realizado un año después, ya que éste es una obra profundamente realista, que nos ofrece la verdadera efigie del artista. Contaba entonces con 75 años de edad y al contemplar este grabado no podemos evitar hallar en él el mismo afán que caracterizaba a las estatuas romanas de época republicana: la veracidad absoluta en la representación.

Casi diez años después, en un óleo sobre lienzo de mediano tamaño, nos encontramos un Picasso colorista, sentado frente al espectador y vestido con una camiseta a rayas. Su rostro cansado y con barba (que aquí aparece por primera y única vez) contrasta con la enorme expresividad de unas enormes manos realizadas a trazos bien simples. Esta obra genial es casi el dibujo de un niño al que el tiempo está atrapando de manera inexorable.

Autorretratos de 1965 y 1966.

En 1966 el tema del pintor sentado vuelve a repetirse en un dibujo a lápiz marrón sobre papel que nos evoca la época del Guernica. Reparemos en cómo el pecho del artista parece mostrar un rostro y en cómo una de sus manos se dirige a asir un pene bien visible.

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Llegamos de este modo al año 1972, en el que encontramos los últimos tres autorretratos. Todos ellos fueron pintados en el corto espacio de unos pocos días y realizados con lápices de colores sobre papel.

Autorretratos de 1972

En estas tres obras Picasso, que cuenta ya con 91 años, parece querer conjugar los diferentes estilos por los que su pintura ha ido atravesando a lo largo de su vida: la combinación de los distintos cubismos o la simplicidad en busca de una mayor expresividad.
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En los tres cuadros la presencia de la muerte se antoja cercana (Picasso falleció meses después, en abril de 1973). El artista sabe que está llegando a su final, de forma que uno de estos autorretratos es prácticamente la imagen deforme de una calavera. Aunque en todos ellos encontramos, hasta el final, la enorme profundidad de su mirada. Una mirada que supo ver el mundo y las gentes del siglo XX como ningún otro pintor había sabido hacerlo en su época. Y que aún tuvo tiempo para mostrarnos a lo largo de su vida cómo se veía a sí mismo. Con esa mirada tan especial.

28 mayo 2008

PICASSO: AUTORRETRATOS (I)

PRIMER PERIODO: 1896-1925

Quizás el autorretrato sea uno de los temas más difíciles a los que ha de enfrentarse un artista, sobre todo cuando éste trata de dejar plasmado en la obra no sólo sus rasgos físicos, sino también algunos aspectos de su propia personalidad. Como es obvio, el autor se conoce a sí mismo mejor que a ninguno de sus modelos y mostrar a los demás su propia imagen (tal como él mismo se ve) es siempre un compromiso. Sin embargo, es bien sabido que la mayor parte de los grandes artistas (con escasas excepciones, como Velázquez, quien recurrió poco a este tema) ha abordado numerosas veces este reto, aunque claro está que por motivos bien distintos. Son emblemáticos en este aspecto los autorretratos de Rembrandt y los de van Gogh.

No fue ajeno a esta tendencia Pablo Picasso, que recurrió al autorretrato en numerosas ocasiones. Así, en el periodo 1897-1925 el genio malagueño se pintó, que yo sepa, veintinueve veces. Algunas de ellas son simples bocetos, rápidos apuntes hechos a lápiz, a pluma o al carboncillo. En dos casos recurrió a la acuarela y además nos dejó ocho obras al óleo. Decía el artista que "al principio, el autorretrato es un aprendizaje, y luego se vuelve una representación; he aquí como me veo, he aquí como pienso que me ví". Quizás ello explique la abundancia de autorretratos que nos legó Picasso en los primeros años de su carrera. De esas veintinueve obras, veintidós corresponden al periodo 1897-1907. Como es sabido en ese último años Picasso da a conocer el cuadro de "Las señoritas de Avignon" e inicia su etapa cubista. Desde entonces, el autorretrato ocupa un papel más secundario en su producción.























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Autorretratos de 1896 izquierda) y 1899 (centro y derecha).

El conjunto nos permite apreciar la evolución artística del pintor: la serie se inicia en 1896 cuando un adolescente Picasso de quince años realiza el pequeño óleo que conocemos como "autorretrato mal peinado" aún dentro de unos cánones que podríamos considerar tradicionales.
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Cuatro años después el joven pintor se reafirma con ese "yo" que figura en su obra de 1899/90 y que presenta algunos trazos expresionistas. Poco después, a mediados de 1901 y ya establecido el artista en París, el óleo titulado "yo, Picasso" muestra bien a las claras el afán del pintor por reafirmar su propia personalidad, al tiempo que nos presenta un tratamiento fauvista del color.

Autorretratos de 1899 (izquierda y centro) y 1901 (derecha).
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Llegamos de este modo al magnífico autorretrato que Picasso elabora al óleo a finales de ese mismo año, 1901, una de las muestras iniciales del periodo azul. En esa simplicidad cromática apreciamos ya aquí las cualidades geniales de un artista que está entrando en la veintena y se enfrenta al reto de París desde la bohemia de los artistas del momento que pululaban por la capital francesa a la búsqueda del éxito. Su austero atuendo, la profundidad y expresividad de la mirada y ese bigote que ya no volveremos a ver son rasgos característicos de esta obra que bien puede ser calificada de maestra.

Autorretrato de 1901.
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Es evidente aquí cómo Picasso ha retratado no sólo su aspecto sino su personalidad entera. El cuadro transmite además esa profunda sensación de incertidumbre que caracterizó aquellos años de la vida de su autor. Pero si concentramos nuestra atención en la mirada veremos que ésta refleja al mismo tiempo serenidad. Parecería como si Picasso nos indicase su certeza de que las dificultades que en ese momento atravesaba serían finalmente superadas.

Y desde 1901 hay un paréntesis en lo que a autorretratos de Picasso se refiere. Tendremos que esperar al año 1906 para encontrarnos una verdadera eclosión: cinco nuevas obras, de las que tres son óleos sobre lienzo. Encontramos ahora nuevas preocupaciones, entre las cuales la tendencia a la geometrización es evidente, como lo es también la influencia no sólo de Cezanne, sino de las máscaras primitivas que el artista pudo ver ese mismo año en una exposición parisina.
























Autorretratos de 1906

La serie de 1906 nos presenta a un Picasso que parece tener rasgos bien distintos al cuadro que antes hemos comentado. En uno de los lienzos se aprecian aún reminiscencias del periodo rosa, mientras que en el tercero vemos un retrato de medio cuerpo del artista co la paleta de pintor. En los tres casos destaca la manera de construir el rostro mediante unas cuantas líneas bien contundentes. y la posición del retratado, levemente girado hacia la izquierda del espectador. El giro se invierte en el autorretrato de 1907 de la Galería Narodny de Praga, con el cual culmina la serie. Vemos ya a un Picasso que se adentra con paso decidido en el cubismo. Tiene ahora veintiséis años y esta obra es una buena síntesis de sus experiencias con la geometrización de los objetos, que ahora aplica a su propia imagen.

Autorretrato de 1907.

Desde ese año y hasta 1925 Picasso no volvió a autorretratarse al óleo, aunque se conservan siete obras suyas en los que se representó en dibujos realizados con lápiz o al carboncillo. Son retratos concebidos de manera más tradicional, aunque todos ellos dejan bien patente su capacidad para el dibujo.
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Autorretratos de 1917 (izquierda), 1918 (centro) y 1921 (derecha).
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El retrato de 1921, obra a lápiz sobre papel, refleja el perfil de un artista que tiene ya cuarenta años. Está en la cumbre de la pintura de su época y podría parecer que no le queda nada más por descubrir. Pero se trata de Pablo Picasso. Entre 1925 y la fecha de su muerte (1973) volvería a autorretratarse... y seguiría descubriendo cosas. Pero eso lo contaremos otro día.

14 mayo 2007

LOS PINTORES CUBISTAS

A LA BÚSQUEDA DE LA CUARTA DIMENSIÓN

Pablo Picasso: "Retrato de Ambroise Vollard" (1910). Moscú. ..................................... "Desnudo femenino" (1910). Washington.

Imaginaos que os entra una gran curiosidad por conocer uno de esos juguetes de cuerda con los que os entreteníais en la infancia. ¿Qué hacéis? Os vais a una mesa y con mucha paciencia vais abriendo el juguete, desmontando sus piezas y poniéndolas encima de la mesa. Quizás ya no podáis volver a armarlo, pero habréis obtenido una visión más completa de cómo eran las entrañas del artefacto que antes de haberlo abierto. Por tanto, habréis analizado el juguete por fuera, por dentro y con detalle, respecto a cada uno de sus elementos compositivos.

Ese mismo interés está en la base de la pintura cubista. Hasta su aparición, el cuadro, la obra pictórica, disponía de dos dimensiones, el largo y el ancho, aportadas por el propio soporte; el pintor añadía una tercera, la profundidad, empleando para ello la perspectiva. El cubismo rompe con esta idea de las tres dimensiones y se lanza a la búsqueda de la cuarta dimensión, la dimensión imposible, aquella que permitiría ver una figura (da igual que sea un objeto, un paisaje o una persona) en su globalidad. Para ello, elimina la perspectiva e introduce la multiplicidad de planos, de manera que el espectador tenga varias visiones simultáneas de la figura representada, que a veces puede alcanzar hasta su mismo interior, obligando a nuestro cerebro a esforzarse para comprender cómo está organizada la composición.

Georges Braque: "Hombre con guitarra" (1911). Nueva York.

Los pintores cubistas recurren además a geometrizar la representación, fruto de la descomposición en planos diversos, lo que los hace deudores de la obra de Cezanne y, por lo general, emplean una paleta de colores apagados, en los que grises, blancos y negros juegan un papel fundamental; nada de los colores vivos del fauvismo. Por otra parte, los temas suelen tener un carácter tradicional: personajes, naturalezas muertas, algunos paisajes. Y, con mucha frecuencia, objetos musicales.

Ya sabemos que tradicionalmente se vincula el nacimiento del cubismo a la obra de Picasso, "las señoritas de Avinyó" (obra de la que se debate hasta el mismo título) realizada en 1907. A partir de entonces nos encontramos con diversos cubismos: el análítico, el sintético, el hermético, incluso el llamado "cubismo cristal". Pero haríamos mal en relacionar esta vanguardia artística únicamente con Picasso. Por la misma época también está experimentando en una dirección próxima al cubismo Georges Braque (1882-1963) y, unos años después se adscribe al movimiento otro español, Juan Gris (1887-1927). Otros pintores como Fernand Leger o Robert Delaunay atravesaron también por periodos cubistas en su trayectoria. En definitiva, una vigorosa corriente pictórica (también escultórica) que abrió al arte del siglo XX nuevos territorios, de la mano de quien mejor simboliza en ese siglo el papel genial que corresponde a algunos artistas: Pablo Picasso.

Juan Gris: "Retrato de Picasso" (1917). Chicago. ........................................................ "Naturaleza muerta" (1917).

Tenéis en esta página en español una aproximación sintética a la pintura cubista. Pero consultad sobre todo, aunque esté en francés, el apartado que dedica a este tema la web del Centro Pompidou de París. En inglés, el Banco de Imágenes Cubistas os permitirá conocer obras de los principales pintores de este estilo.

POWER POINT PICASSO

PPT SOBRE EL CUBISMO Y LA OBRA DE PICASSO

Esta presentación se dedica de forma exclusiva a analizar la obra de Pablo Picasso. De manera introductoria se presenta una trama conceptual sobre el cubismo, para que podáis tener claros cuáles son sus rasgos básicos. A continuación se pasa revista a la biografía del artista, dividiendo su producción en varios periodos, aunque Picasso no se presta a clasificación de tipo alguno. Finalmente, damos un extenso repaso a algunas de sus obras más conocidas, representativas de las distintas etapas.

13 mayo 2007

PABLO PICASSO, EL GENIO DE LA PINTURA DEL SIGLO XX

EN LOS ORÍGENES DEL CUBISMO... Y DE MUCHAS MÁS COSAS.

Pablo Picasso: "El asceta" (1903). Merion, Estados Unidos. ..................................................... Abajo: "Autorretrato" (1901).

Resulta tarea de todo punto imposible tratar de sintetizar en un único artículo todo aquello que Pablo Ruiz Picasso (1881-1973) ha supuesto en la pintura del siglo XX. Se trata de uno de esos genios con el que sólo pueden compararse unos pocos pintores más. Pero esos otros pintores mantuvieron, cada uno en su época, un mismo estilo, en el que incluyeron algunas variedades con el paso del tiempo. Sin embargo Picasso, a lo largo de su extensa trayectoria, mudó de estilo en varias ocasiones y esas mudanzas fueron absolutamente radicales. No contento con eso, retomó en distintos momentos estilos que había cultivado antes, pero los modificó y los mezcló. Y además de pintar, esculpía, grababa, tallaba, hacía cerámica, e incluso preparó decorados para obras de danza. El genio del arte pictórico del siglo XX, sin duda alguna. Además fue republicano y comunista; una persona comprometida con su época y con los problemas de su época.

Pablo Picasso: "Dos hermanos" (1905). Basilea.

Ya sabemos todos que nació en Málaga, pero creo que no debemos abusar señalando que Picasso es un pintor andaluz. Lo es por nacimiento, claro está, pero nos encontramos ante un artista de dimensión universal, por la magnitud y la trascendencia de su obra. En cualquier caso, su familia se trasladó a La Coruña cuando él contaba ocho años de edad y allí inició el contacto con el mundo de la pintura, demostrando una gran precocidad que hoy nos asombra y apoyado por su padre, profesor de dibujo. Una nueva mudanza lleva a la familia a Barcelona y allí estudia pintura Picasso, en la misma escuela de Artes en la que su padre daba clases. Pero para un artista como él la ciudad catalana tampoco resulta suficiente, así que en 1900 viaja por primera vez a París, cuando ya ha iniciado su denominado periodo azul.

Y en París se establece PIcasso de manera definitiva en 1904, mientras da comienzo a su periodo rosa y va pergeñando las líneas maestras de lo que será el cubismo, influenciado por las formas geométricas de Cezanne, el arte ibero y el arte africano primitivo. Así llega 1907 y nuestro artista da a conocer "Las señoritas de Avinyó", obra inicial del nuevo estilo que causa un tremendo revuelo en los ambientes artísticos parisinos. La obra, ejemplo del llamado cubismo analítico, y sus secuelas acaban por cimentar la fama de su autor, que puede ya exponer a su antojo en distintas capitales. El cubismo acompañará desde entonces casi siempre a Picasso, que aún crea otra variedad en el estilo, el denominado cubismo sintético, e incluso se habla de un cubismo hermético, muy cercano a los planteamientos que efectúa el arte abstracto.

Pablo Picasso: "Estudio preparatorio para las señoritas..." (1907). Filadelfia. // "Las señoritas de Avinyó" (1907). Nueva York.
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En los años coincidentes con la Primera Guerra Mundial el pintor madura un nuevo cambio de estilo, que acaba fraguando a partir de 1918: comienza el llamado periodo clásico, en el que parece retornar a planteamientos más tradicionales, interpretados siempre desde su propia genialidad. Sin embargo, hacia 1926, y durante tres años, encauza su trabajo en una serie de obras que nos permiten hablar de periodo surrealista, en el que sus cuadros se pueblan de criaturas imposibles y formas irreales.

Pablo Picasso: "Retrato de Olga" (1917). París. // "Paulo como arlequín" (1924). París. "Desnudo en la playa" (1929)..
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Pero la capacidad del genio no puede detenerse. En 1930 da comienzo el periodo expresionista, que va a servirle para exponer su visión del mundo y de la Historia en los años de la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial. Durante la primera de ellas, Picasso, republicano convencido, dirige fugazmente el Museo del Prado y, por encargo del gobierno de la II República, pinta el Guernica. Durante unos años sigue pintando cuadros de grandísima calidad y buscando nuevas vías de expresión.

Pablo Picasso: "Mujer llorando" (1937). Londres.

Concluidos los tiempos bélicos, con un Picasso ya en edad madura, podemos hablar de una etapa final, en la que el pintor sintetiza sus experiencias anteriores. Grandes exposiciones retrospectivas dan cumplida cuenta de la altura a la que se valora su trabajo. Pero él, mientras tanto, sigue trabajando y disfrutando, quizás más que nunca, con su arte, en medio del más absoluto reconocimiento internacional. En 1971 cumple 90 años y aún sigue pintando, grabando y haciendo cerámica. Muere dos años más tarde, mientras trabajaba en una serie de cuadros en los que rendía tributo a Rembrandt y su "ronda de noche". Los genios siempre buscan el apoyo en otros genios. "Puedo ver tan lejos porque camino a hombros de gigantes".
Pablo Picasso: "El beso" (1969). París.

Como podía esperarse, el volumen de información sobre Picasso disponible en la red es enorme. Para empezar, una visita a las webs de tres de los museos que llevan su nombre, el de París, el de Barcelona y el más reciente de Málaga. En la casa natal del artista, en Málaga, tiene su sede la Fundación Picasso, con web en tres idiomas. Pero si hay que hacer una visita imprescindible es a esta excelentísima página que recoge un catálogo on line prácticamente completo de la obra de Picasso, además de una biografía por años. Su autor es un sevillano, el Doctor Enrique Mallén, que trabaja en una universidad norteamericana. Aunque su consulta es prácticamente inagotable, visitad también esta página, desde donde se ocupan de gestionar los derechos de los herederos del artista. Contrastadla con esta otra web no oficial, muy sintética.

 

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