RETRATOS Y DESNUDOS
Vivió en París cuando esta ciudad era el centro artístico mundial. Cultivó la vida bohemia como otros muchos grandes artistas de su generación. Expuso alguna vez en el Salón de los Independientes, como aquellos otros pintores descontentos con el arte oficial. Fue amigo de Constantin Brancusi y de Pablo Picasso. Mantuvo relaciones con Umberto Boccioni, con Henri Matisse y con Gino Severini. Adoraba la pintura de Paul Gaugin y la de Paul Cezanne. Y, sin embargo, no podemos decir de él que su pintura pertenezca al postimpresionismo, al cubismo, al futurismo o a cualquiera otro de esos ismos característicos de las vanguardias pictóricas de los primeros años del siglo XX. Resulta imposible encasillarlo en un estilo determinado, por muy ambigua que pudiera ser la denominación.
Amedeo Modigliani. Izquierda: "Mujer con vestido azul" (1918). Estocolmo. Derecha: "El joven aprendiz" (1918). Nueva York.
Tal es la genialidad del pintor italiano Amedeo Modigliani (1884-1920), de vida breve, pero intensa y excitante: bohemio, alcohólico, mujeriego, enfermo y pobre; pese a que su obra alcanzó ya cierta reputación durante su vida. Pero este pintor escapa a todas las clasificaciones y practica un tipo de pintura en la que, evidentemente, podemos apreciar influencias diversas (desde el fauvismo al expresionismo), pero en la que a primera vista captamos la presencia de un estilo enormemente personal, algo que identifica a sus obras y hace perfectamente reconocible su autoría. Por otra parte, Modigliani cultivó además la escultura y también en este campo se sale de los esquemas habituales en su época, realizando piezas de reducido tamaño, habitualmente de piedra, en las que la fuerte presencia de los volúmenes y una cierta tendencia a la esquematización juegan un papel de primera importancia, dando a estas obras un cierto aire de primitivismo muy original.
Amedeo Modigliani: "Cabeza de mujer" (1910/11). Washington.
Pero ante todo Modigliani fue un pintor obsesionado fundamentalmente con dos tipos de temas, ambos relacionados con la figura humana: de un lado, el retrato; de otro, el desnudo femenino. Su pobreza fue tan extrema a veces que para sus cuadros recurría con frecuencia a amigos y conocidos, incapaz de pagar los escasos salarios de los modelos de la época. Y en ambos tipos de tema (si es que, en el fondo, no son la misma cuestión, vista desde distintos puntos de vista) el pintor deja siempre bien patente su propio estilo, tan personal, tan "Modigliani" a fin de cuentas. De entrada, sus cuadros son siempre de una gran sencillez compositiva y respiran delicadeza, tanto en las formas a las que recurre como en los colores que emplea. Por otra parte, utiliza una especie de canon alargado en el que la línea curvada juega un papel de primera importancia. Finalmente, no pierde el tiempo en lo accesorio: se concentra en la figura humana, siempre muy plana, de modo que los fondos poseen para él escasa importancia, al igual que los escasos objetos que aparecen en sus lienzos.
Amedeo Modigliani: "Ojos azules (retrato de Jeanne Hébuterne)" (1917). Filadelfia.
De este modo, cuando nos situamos ante uno de estos cuadros de Modigliani va a parecernos que el pintor tenía una concepción del rostro humano que partía del óvalo y que continuaba en esos cuellos alargados tan característicos de sus personajes. Y, en una primera mirada, quizás concluyamos que estas obras son de una gran delicadeza. Pero observemos más detenidamente el cuadro: no se trata tanto de delicadeza propiamente dicha como de sencillez formal. Ahora sí: el verdadero Modigliani aparece ante nosotros, tratando de mostrarnos la psicología del personaje. Sabemos que sus retratados solían proceder de la bohemía parisina. Así pues ahora tal vez veamos nostalgias, incertidumbres o preocupaciones, quizás angustias, incluso situaciones de desamparo y de dolor. Ya no nos quedamos tan tranquilos después de ver una de estas obras. Como no lo estaba el artista que las realizó. Tan sencillamente. Tan profundamente.
Amedeo Modigliani: "Madame Zborowska en el sofá" (1917). Nueva York.
Aunque no se trate de una fundación oficial, en esta Web hay mucha información sobre Modigliani y, sobre todo, 316 reproducciones de sus cuadros. Por otra parte, este artículo de Manuel Vicent en El País pasa revista a "las amantes del pintor Modigliani". Concluyo con esta presentación en la que figuran algunos de sus más conocidos desnudos femeninos. Parece que, en este sentido, 1917 fue un año clave en su obra. De fondo, "Bapa", de Gurrumul. Nostalgias, tal vez.
7 comentarios:
Hola, me encantan las fotos de las Entradas, me gusta mucho el Arte. Me gustaria que te pasaras por mi blog.
http://viviendoconprisa.blogspot.com/
Gracias de antemano.
-Ayla-
Pues trataré de pasarme. Gracias por tu visita, Ayla. saludos cordiales,
JDC
Hola J.D:
Por aquí me paso otra vez. Al fin vamos a abordar el trabajo que te comenté hace ya unos meses sobre el retrato (por diversas cuestiones se postergó).
Vamos a realizar un viaje a través de distintas formas de concebir el retrato. Vamos a utilizar también los mapas y la geografía en esa vuelta al mundo. Además de Linchtentein (te agradezco muy sinceramente la presentación que nos hiciste) también vamos a ver Modigliani. Bueno, ya te comentaré como sale todo y ya sabes que utilizaré tu banco de recursos. Muchas gracias por compartir tu trabajo y tu gusto por el arte.
Un fuerte abrazo
Pues espero ansioso que me cuentes cómo progresan tus chavales. Otro fuerte abrazo para ti, Surcos. JDC
LA LOCURA... UNA VIRTUD DE LOS JENIOS. (AGUANTE SUMO, LOCO)
Hola de nuevo.
Te envío la entrada que acabo de realizar en mi blog para que disfrutes con la recreación de una obra de Modigliani que ha hecho Cristina.
Mañana nos espera en el aula Lichtenstein.
Ya te mostraré.
Un saludo
Sorry
http://olgacatasus.blogspot.com/2010/03/disfrutando-con-el-arte.html
PD: Ya sabes que acepto sugerencias para el trabajo. El retrato nos ha envuelto y liado
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