Y LA IGLESIA ROMANICA DE ANDALUZ (SORIA)
Hace algún tiempo leí no sé dónde una breve noticia sobre un pequeño pueblo del sur de la provincia de Soria llamado Andaluz. Me llamó la atención la pervivencia de este topónimo en un lugar tan al norte del reino de Castilla. Así que en los últimos meses, a ratos perdidos, he tratado de reunir cuanta información he podido sobre este tema y, de paso, he hallado un nombre para mi completamente desconocido, el de Ansur Piranus, un humilde constructor del siglo XII, en pleno románico, una época en la que muy pocos nombres pasaban a la historia y mucho menos si se trataba de artistas. Pero vayamos por partes.
Se sospecha, aunque ello no esté acreditado documentalmente, que el nombre de ese pueblo soriano, Andaluz, se debe a una repoblación efectuada en la zona por mozárabes procedentes del sur de la península quienes, por las razones que fuesen, quisieron dar a su asentamiento una denominación semejante a la del país del que provenían, Al-Andalus. Todo esto debió suceder tal vez a comienzos del siglo XI. Algo más tarde, en 1089, el conde Gonzalo Núñez de Lara concede a Andaluz un fuero, cuyo texto sí ha llegado hasta nosotros. Leyéndolo me llamó la atención el modo en el que el citado conde emplea una fórmula conminatoria habitual en la época, amenazando a quienes no respetasen los derechos que en el fuero se recogían con quedar privados de la corte celestial, con Jesucristo al frente, para caer en manos de "Judas el traydor... en fondo de los infiernos". Típica muestra de los principios maniqueos inherentes a la religión cristiana.
Pero si curiosa es esta historia, más interesante es aún la que tiene que ver con la iglesia de Andaluz. Un templo románico de trazas muy simples: nave única de testero plano (aunque se sospecha que poseyó originariamente un ábside) y una hermosa galería porticada que ahora sólo se extiende por uno de los laterales de la iglesia, aunque tal vez debió erigirse en un momento posterior a la construcción del templo. Una maciza torre, también de trazas románicas, completa el sencillo conjunto.
Tiene además la iglesia de Andaluz una hermosa portada abocinada, en medio punto, cuyas arquivoltas apean sobre columnas de fuste liso que poseen capiteles en los que se recoge decoración vegetal (los exteriores) y figurada (los interiores), en este caso sendas parejas de leones que parecen devorar una cabeza humana.
En la parte superior de las enjutas de esta portada se han conservado dos placas con decoración en bajorrelieve. Según miramos, a la derecha figura un león con cabeza de águila; a la izquierda hay otro león bajo el que figura la inscripción dedicatoria del templo, en latín, que dejo aquí abajo y cuya transcripción y traducción vendrían a ser las siguientes:
En la parte superior de las enjutas de esta portada se han conservado dos placas con decoración en bajorrelieve. Según miramos, a la derecha figura un león con cabeza de águila; a la izquierda hay otro león bajo el que figura la inscripción dedicatoria del templo, en latín, que dejo aquí abajo y cuya transcripción y traducción vendrían a ser las siguientes:
IN NOMINE DINI NRI IHV XPI/ IN HONOR EX MICAEL ARCAN/GELI ERA MEC QVINCVAGEN/ ANSVR PIR ANVS ME FECIT
(En el nombre de nuestro señor Jesucristo, en honor de Miguel arcángel, era de 1152 Ansur Piranus me hizo).
Nada más y nada menos. El breve texto nos informa de la advocación de la iglesia. Nos indica igualmente de manera exacta el año de finalización de las obras, que pasado de la era cristiana que se usaba entonces en Castilla a la cronología actual viene a corresponderse con la fecha de 1114 que antes cité. Pero para mi tiene más valor aún que contenga el nombre de quien la edificó, ese Ansur Piranus que, dada la dificultad de transcripción del texto algunos leen también como Subpirianus (o Cipriano). Desde la bruma de los tiempos, hace ya casi novecientos años nos llega el nombre de este humilde constructor de templos, el cantero que logró sobrevivir al anonimato. Quien lleno de orgullo ante lo que hizo, grabó en la puerta de la iglesia su propio nombre. Así que podríamos decir que a fin de cuentas, lo lograste, Ansur: has pasado a la historia.
Hay muchos datos y fotos sobre esta iglesia y su cantero en esta Web sobre "la frontera del Duero" y, como siempre que hablamos de románico, en Arquivoltas. Más información en esta página y en esta otra, de Juan Antonio Olañeta. Finalmente, aquí podéis leer el fuero de Andaluz.
Nada más y nada menos. El breve texto nos informa de la advocación de la iglesia. Nos indica igualmente de manera exacta el año de finalización de las obras, que pasado de la era cristiana que se usaba entonces en Castilla a la cronología actual viene a corresponderse con la fecha de 1114 que antes cité. Pero para mi tiene más valor aún que contenga el nombre de quien la edificó, ese Ansur Piranus que, dada la dificultad de transcripción del texto algunos leen también como Subpirianus (o Cipriano). Desde la bruma de los tiempos, hace ya casi novecientos años nos llega el nombre de este humilde constructor de templos, el cantero que logró sobrevivir al anonimato. Quien lleno de orgullo ante lo que hizo, grabó en la puerta de la iglesia su propio nombre. Así que podríamos decir que a fin de cuentas, lo lograste, Ansur: has pasado a la historia.
Hay muchos datos y fotos sobre esta iglesia y su cantero en esta Web sobre "la frontera del Duero" y, como siempre que hablamos de románico, en Arquivoltas. Más información en esta página y en esta otra, de Juan Antonio Olañeta. Finalmente, aquí podéis leer el fuero de Andaluz.