09 octubre 2008

LA TUMBA DE NEFERTARI

EN BUSCA DE LA INMORTALIDAD

"La princesa hereditaria, grande de favores, poseedora de encanto, dulzura y amor, señora del Alto y del Bajo Egipto, la osiriaca, gran esposa real, señora de las dos tierras, Nefertari Mery-en-Mut, la honrada ante Osiris."

Planta y alzado del hipogeo de Nefertari. Hacia 1255 a.C. Valle de las Reinas, Egipto.

El texto anterior puede leerse en la escalera de entrada a uno de los hipogeos del Valle de las Reinas, en Egipto. Se trata de la famosísima tumba QV66, en la que reposó el cadáver momificado de Nefertari esposa del gran faraón Ramsés II. Es bien sabido que los faraones egipcios solían tener varias esposas y Ramsés II no fue una excepción a la regla. Sin embargo, la relación tan especial que el rey mantuvo con Nefertari, explica que en su tumba figuren algunas de las expresiones arriba transcritas, normalmente reservadas a la persona del propio faraón. Por si no fuese suficiente, el pequeño speos de Abu Simbel confirma esa predilección de Ramsés por la más amada de sus esposas.

Aspecto del interior de la tumba.

Por otra parte, esa situación privilegiada de Nefertari explica también que su hipogeo fuese el de mayor tamaño de los localizados en el Valle de las Reinas: más de 27 metros de longitud total, con una sala del sarcófago de más de 80 metros cuadrados (que figura en el plano como "sala de los pilares"), a una altura nueve metros inferior que la de la puerta del entrada. Además la tumba se revistió con un completo repertorio de pinturas, para colmo de fortuna en un excelente estado de conservación. Lástima que el equipo italiano que localizó el hipogeo a comienzos del siglo pasado lo hallase prácticamente saqueado por completo, de forma que sólo podemos imaginar las colosales riquezas que debió alojar.

Abajo: Izquierda: La reina Nefertari, jugando al senet. Derecha: Amón entre Neftys e Isis.

El techo de la tumba, como suele ocurrir en otras muchas, nos muestra una representación del firmamento, cuajado de estrellas. Por su parte, las paredes se reservan para la decoración figurada, que se encuentra basada en diversos capítulos del Libro de los Muertos, con las distintas escenas acompañadas de los correspondientes textos. De este modo, podemos ver a la reina practicando algunas actividades cotidianas y cómo pasa luego, vestida con túnica blanca, al mundo de los dioses: Osiris y Anubis son los encargados de recibirla. Más adelante otras diosas, Isis entre ellas, se ocupan de la reina quien, tras realizar el viaje prescriptivo en la barca que recorre el mundo subterráneo, acaba presentándose ante los grandes dioses Ra, Amón y (de nuevo) Osiris, que la acogen definitivamente.

Quien quiera que fuera el pintor que decoró estas estancias funerarias puso en ello un empeño especial. Se ocupó de aplicar colores cálidos y de resaltar la belleza de la difunta, cuyos rasgos parecen presentarnos todavía a una mujer llena de vida. Además, el relleno de estuco de las paredes permitió crear verdaderos bajorrelieves sobre los que trabajó el artista. Probablemente se tratase de un solo pintor, tal es la unidad de estilo que nos presenta todo el conjunto.

En la última sala, un texto cierra el ciclo: "Nefertari Mery-en- Mut, justificada ante el Gran Dios, señor de Occidente". La reina se disponía a instalarse en la vida eterna. El faraón se había encargado de ello. Tal vez, no sólo por cumplir los ritos oficiales. Quizás, también por amor.

.Nefertari.
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Aquí tenéis (en inglés) más información sobre la reina Nefertari. Y aquí hay algunos datos sobre el Valle de las Reinas, que pueden complementarse con esta página en español.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola profesor! Soy Maria Ruiz Oliver de 3ºD de la clase de Historia y Cultura de las Religiones. Por fin he podido entrar en internet y aqui. Su block es interesante, esta bien. Saludos

Anónimo dijo...

sta bien.saludos.

Anónimo dijo...

-.-' la religion no es lo mio asi que que quieras que le diga XP

Anónimo dijo...

Anónimo,no hace falta ser religioso para saber de religión.En cuanto a lo de "Quizás, también por amor",Profesor Caballero, me atrevería a decir(desde mi modesto conocimiento sobre la tierra negra)(termino acuñado por los antiguos kemitios=egipcios en su lengua para designar a Egipto)por no decir asegurar(sin ánimo de ofender,por supuesto) que su comentario antes mencionado se queda corto.Solo hace falta ver el templo anexo al de Abu Simbel,dedicado a la diosa Hator y a la misma Nefertari para comprobar tal seguridad.La razón mas obvia es que le dedicó un templo,pero la más reveladora es que la mandó representar a su misma altura,cuando en el arte egipcio nadie era más "alto" que "el Señor de las Dos Tierras"(El Faraón,claro).Gracias por leer esto y enhorabuena por su página.

Juan Diego Caballero dijo...

Estimado lector: si lee el texto, verá que hay varias veces en las que se señala el amor del faraón por esta mujer. De manera que debería haber entendido la última frase en un sentido meramente literario. Y aunque ni usted ni yo estemos capacitados para afirmar, de forma empírica, que existió amor en aquella relación, ¿quién duda de que debió haberlo? Saludos cordiales, JDC

Anónimo dijo...

crec que a aquesta pagina li falta una mica de resum aixo li aniria bé per a la gent que esta fent un treball de recerca !

li felicito per aquest bon treball

Anónimo dijo...

esta chevere me gusto y chupen mela y mamenla

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