¿Hemos soñado de niños con una casa que sólo nos perteneciese a nosotros y en la que pudiésemos dar rienda suelta a nuestras fantasías? ¿Una casa acogedora, aislada y, a ser posible, en medio de un paisaje boscoso en el que la imaginación fluya con más facilidad? Pues esa casa, o una idea aproximada de ella, la ha construído el arquitecto japonés Sou Fujimoto en uno de los bosques cercanos a la ciudad de Kamamura, próxima a Tokio y acaba de quedar finalista en el premio convocado por una revista inglesa para decidir el mejor edificio del año, si es que tal hecho es posible.
La casa de Fujimoto, denominada Final Wooden House o Next Generation House (que lo mismo da) no es más que un cubo de cuatro metros de lado, completamente levantado en madera de cedro local, a base de grandes vigas de distinto tamaño, pero todas de sección cuadrada, que se entrecruzan y se sostienen entre sí, formando multitud de planos.
Al exterior, la casa presenta rasgos propios de una construcción minimalista. Ningún elemento se atreve a competir con la madera de la vivienda, excepción hecha del cristal que facilita el paso de la luz al interior. Ausencia absoluta de cualquier elemento decorativo, predominio absoluto de la línea recta. Esto, sin olvidar el referente organicista que supone incrustar un cubo habitable de madera en la misma linde de un bosque. Todo ello conecta a la casa de Fujimoto con una corriente bien tradicional en japón, la edificación de arquitecturas de madera, que se ha mantenido hasta la actualidad.
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En el interior, esta vivienda-cubo o quizás casa del bosque, vuelve a sorprendernos. No existe un único plano; el concepto de "planta" desaparece porque el cruce de las vigas es múltiple y genera pequeños espacios a diversos niveles, que trepan por los cuatro metros en vertical que mide esta cabaña tan especial y de la que el usuario puede disponer a su antojo. La calidez de la madera y la sinfonía de luces conforman el mobiliario básico del espacio.
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Por tanto, este arquitecto japonés ha sintetizado en solo dieciséis metros cuadrados una múltiple lección de arquitectura, un ejercicio de conceptualismo que, más que mostrarnos una vivienda, una casa en todo su desarrollo, nos presenta los elementos básicos que deben integrarla: la luz, las paredes, los espacios, para que sea el habitante el que los organice a su albedrío. Me recuerda bastante aquellas construcciones de madera con la que los niños jugaban sin prisas, y siguen haciéndolo a veces, antes de que la televisión y las consolas lo invadieran todo. Un Lego, pero con madera de cedro.
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El estudio de Sou Fujimoto tiene una página web, en gran parte en japonés, pero en la que podremos visualizar otros proyectos interesantes. Hay buenas fotos de la casa en la página del fotógrafo holandés Iwan Baan. Más información en esta página y en este blog, muy interesante por la abundante información que facilita sobre el apasionante mundo de las construcciones en madera.
6 comentarios:
Es tan original, tan funcional,me ha gustado estéticamente, por estar ubicada en medio del bosque, por las luces que fluyen por los bloques de madera. Y esta manera diferente de situar los espacios, que te puedas mover libremente por la casa, buscando la intimidad. Y esta alusión a la infancia y al lego, es cierta, lástima que los niños de ahora con otros intereses, no puedan disfrutar de los juegos creativos que tenían los de antes y con menos medios.
Me reconcilia esta casa con la línea recta en la construcción. Gracias por mostrarla y saludos.
A lo que recuerda realmente es al juego de la Jenga; a veces me he entretenido con las vigitas de madera en levantar costrucciones imposibles y ahora que llega el invierno y tengo cámara a ver si me pongo y hago fotos de las mini costrucciones que me salgan. En cuanto a la casa lo que sí hay que cuidar es la cabeza...
Un saludo.
Me parece una construcción genial como "casa del arbol" Fomenta la imaginación y la abstracción. Ojalá hubiera tenido una de pequeño! :-P Saludos!
Para Jardi, Miski y Daniel: antes que nada, muchas gracias por vuestras opiniones sobre esta casa que pese a su pequeño tamaño no va a dejar indiferente a casi nadie, por la multitud de lecciones que encierra.
Efectivamente, concilia a algunos con la línea recta, al tiempo que a otros nos retrotrae a los juegos infantiles, aunque yo no sepa que es ese juego de la Jenga. ¡Debí perdérmelo! Una lástima.
Saludos cordiales a los tres.
De pequeño detras de la casa de mis padres habia al aire libre montones de arboles cortados i vigas. Jugabamos alli pues los espacios que se creaban en el interior de estos montones eran muy parecidos a los de esta casa, solo que las vigas eran mas bien redondas. Eran nuestro escondite favorito y permitian moverte por el interior cambiando constantemente de nivel y lugar. Hasta ayer de fujimoto solo conocia una casa. La casa conceptual la descubri ayer en la revista 2G. Para mayor felicidad mia acabo de leer que se encuentra en Kamakura, el pueblo de mi esposa y donde viven mis suegros. Espero con ansia mi proximo viaje a Japon y no pienso dejar de visitarla. Gracias.
Un hermoso recuerdo de la infancia y una feliz coincidencia. Me da sana envidia esa próxima visita. Saludos cordiales
JDC
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