Sin embargo Sanmartino nos dejó una obra extraña, original en el planteamiento y novedosa en el tema representado. Se trata del Cristo velado, esa escultura hecha en mármol que nos muestra a un Jesús yacente y que se encuentra en la capilla de Sansevero, un pequeño recinto funerario situado en medio de un jardín de un palacio en la ciudad de Nápoles. El cadáver reposa sobre un catafalco y dos cojines sostienen la cabeza de Cristo, cuyo cuerpo aparece enteramente cubierto por un velo, la famosa Sindone o Sábana Santa, desde la cabeza a los pies, junto a los cuales encontramos la corona de espinas y los clavos, para cuya extracción se han empleado unas tenazas que también figuran esculpidas.
Sanmartino, que contaba 33 años cuando esculpió esta escultura tan asombrosa, se inspiró en un modelo anterior hecho en terracota por otro autor italiano. El contrato por el que se encargaba la obra exigía al escultor que la finura de la capa de mármol que representase velo fuese tal que pudiese apreciarse de manera completa el semblante de Cristo. Así que el artista se pone a la tarea y emplea par ello, en un momento determinado un velo que le sirva de orientación en el delicado encargo que ha recibido. Lo resuelve de forma magistral, con esa tércnica que recuerda tan de cerca los paños mojados de Fidias y confiere a la estatua un acentuado dramatismo: la cabeza caída hacia el laldo derecho, el cuerpo exánime, las piernas ligeramente arquedas y ese rostro sin vida que el velo transparente deja ver, pese a su consistencia marmórea. La muerte humana, en definitiva, extraordinariamente representada de la mano de una artista a los que nuestros apresurados temarios no permiten prestar atención.
La capilla de Sansevero, hoy museo, dispone de su propia página web (en italiano e inglés) en la que encontraréis una descripción de esta escultura. Sobre su autor, tenéis una breve biografía en la Wikipedia italiana.
9 comentarios:
Es una obra sobrecogedora. Gran sorpresa al entrar en la capilla de Sansevero y toparse con este Cristo, un hombre muerto y doliente, misteriosamente cubierto con un velo, de calidad y textura imposibles de superar. En una guía turístia leí que Canova la considereba la segunda gran escultura tras la Piedad del Miguel Ángel.
Efectivamente, Azucena, Canova mostró hacia eta obra una extraordinaria valoración. Gracias por tu visita y saludos cordiales,
JDC
ANDALUZ TENÍAS QUE SER PARA AMALGAMAR TAN BIEN EL ARTE CON LA ENSEÑAÑZA...Y LA GRACIA.TE LO DICE DESDE BUENOS AIRES UNA NIETA DE MALAGUEÑOS.
MUCHAS GRACIAS!!!!!!!
UN ABRAZO TERESA L.TAVELLA BARRIONUEVO
artesaniatavella@hotmail.com
Veo que aun desde Buenos Aires y tras tres generaciones, lo andaluz sigue bien presente en ti. Me alegra mucho y te doy las gracias por tus elogiosas palabras. Saludos cordiales, JDC
estoy investigando al escultor carlos simart
buscando esculturas parecidas ,me encuentro con el escultor giussepe sanmartino. gracias por publicar estas fotografias, ya que en argentina no se dan a conocer dentro de la educacion cultural. estamos en contacto.
fabio durè
CONMOVEDORA, MARAVILLOSA ESCULTURA QUE DESPIERTA ADMIRACIÓN POR LO FINO DEL TRABAJO Y PUNZANTE DOLOR POR LO QUE REPRESENTA, NUESTRO SEÑOR ABATIDO. CASUALMENTE LLEGÓ AMIS MANOS LA POSTAL, ME PRENDÉ DE LA IMAGEN, LA SACARÉ DE INTERNET PARA AMPLIARLA Y COLOCARLE UN MARCO: ESTARÁ AL LADO DEL ADMIRABLE CORPUS HIPERCÚBICUS DE DALÍ. GRACIAS.
HÉCTOR ALVA CENTURIÓN /rusoalva@gmail.com/
Gracias al libro "Los silencios del mármol" de Juan Adriansens, he podido descrubrir esta bellísima escultura.
Una obra de arte grandiosa, nunca vista en el mundo. Gracias por compartir fotos ya que allí no te permiten hacerlas.
G. SANMARTINO...GRACIAS POR TU GRANDIOSA OBRA...ESOS PLIEGUES Y CURVAS TAN SENSIBLEMENTE TRAZADAS...!!! TU, TOCADO POR LA MANO DE DIOS...!!!
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GRACIAS POR VISITAR ENSEÑ-ARTE. RESPONDERÉ TU COMENTARIO A LA MAYOR BREVEDAD.