18 mayo 2007

EL EXPRESIONISMO ABSTRACTO

¿CÓMO REFLEJAR EL ALMA ATORMENTADA DE LOS HOMBRES CONTEMPORÁNEOS?

Philip Guston: "El regreso" (1956-58). Londres.

Expresionismo abstracto, informalismo, arte matérico, action painting, tachismo... todas estas expresiones y algunas más se emplean para tratar de definir lo que, en buena medida, es indefinible. Veamos si podemos explicarnos. Con todos estos conceptos nos referimos a una amplísima corriente pictórica que se inició a partir de la década de los años 40 del pasado siglo. Tuvo su núcleo principal en los EE. UU, pero encontraremos pintores de este estilo en otros muchos países. Es más, algunos de estos pintores norteamericanos eran de procedencia europea y habían acudido a aquel país alejándose de las convulsiones que afectaron a Europa desde comienzos del siglo XX. En cualquier caso, emplear aquí el concepto de estilo no resulta muy adecuado, porque entre tantos artistas las diferencias en cuanto a los recursos expresivos son bastante notables.

Barnett Newman: "Eva" (1950). Londres.

No obstante lo anterior, y a riesgo de generalizar en exceso, podremos señalar algunos elementos identitarios de este grupo pictórico. En primer lugar, y como es evidente, los autores emplean formalmente la pintura no figurativa, abstracta. Por tanto, de alguna forma, son herederos de esa tradición plástica que inició Kandisnky. Por otra parte, el color (uno o más) es el elemento más destacado de la obra; a partir de ahí se generan espacios diversos y formas distintas, que a veces deberíamos calificar como formas informes. Llegados a este punto, se acabaron las coincidencias.

Unos autores abundan más en la fuerza del gesto pictórico, en la expresividad emocional, tratando de crear una dinámica continua que atrape al espectador en la vorágine que se le presenta. Suele calificarse a esta tendencia como action painting. Por el contrario, otros autores emplean un discurso más cerebral, sus cuadros aparecen más ordenados, emplean campos de color que quizás invitan a quien los contempla a efectuar una profunda reflexión. De la primera tendencia sería buen exponente la obra de Jackson Pollock (1912-1956); de la segunda, la de Mark Rothko (1903-1970).

Jackson Pollok: "Summertime number 9A" (1948). Londres.


Ad Reinhardt: "Pintura abstracta número 9" (1960-1966). Minneapolis.

En uno y otro caso, la pintura trata de expresar y buscar ideas y emociones, ya sean las del propio artista o ya sean las del espectador, a partir de su reflexión ante la propuesta pictórica. Por otra parte, ni siquiera la crítica es del todo cincidente en determinar cuáles de estos artistas son expresionistas, cuáles abstractos y cuales otros expresionistas abstractos.

En resumen, la obra de arte pictórica pierde de manera completa su carácter narrativo. No se trata de contar historias en el cuadro. Más bien se trata de abrir un espacio que permita mostrar los recovecos del alma atormentada de los hombres contemporáneos.

Aunque mi punto de vista no es del todo cincidente con lo que se plantea en ella, esta página en español sintetiza en cuatro apartados la evolución del expresionismo abstracto. A mi me gusta especialmente este repositorio de arte abstracto, en el que podéis obtener información visual sobre multitud de artistas. Una excelente síntesis de los pintores de esta tendencia se ofrece en la página de ARLEX. Y si os gusta mucho el arte abstracto (como a mi) acostumbraos a leer esta revista electrónica sobre el tema, que os mantendrá actualizados.
 

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