EVOCANDO UN LINAJE ARISTOCRÁTICO
Entre los años 1975 y 1979, a partir de unos primeros hallazgos fortuitos en el yacimiento de Cerrillo Blanco (Porcuna, Jaén) fue recuperada una amplia serie de esculturas en piedra que puede calificarse, sin lugar a dudas, como el mejor conjunto escultórico de época ibérica hallado en España hasta la actualidad.
Grifomaquia. Primera mitad del siglo V a.C. Porcuna (Jaén).
Las investigaciones realizadas pusieron de relieve que en aquel yacimiento existía ya un importante conjunto funerario de época tartésica (en torno al siglo VII a.C.) y que unas dos centurias después, en la primera mitad del siglo V a.C. se depositó cerca de allí el conjunto escultórico al que nos referimos, formado por un elevado número de obras, la mayoría en bulto redondo (aunque hay también algún altorrelieve) que podría oscilar entre un total de 40 y 60 piezas. Lamentablemente, en torno al año 400 a.C. esas esculturas fueron traídas a este yacimiento y destruidas de manera voluntaria, hasta quedar descompuestas en más de 1400 fragmentos, que no ha sido posible ensamblar en todos los casos. No obstante, y por razones que ignoramos, los fragmentos fueron enterrados minuciosamente y quienes lo hicieron se tomaron además la piadosa molestia de cubrir la correspondiente fosa con losas de piedra.
En el conjunto de Porcuna puede diferenciarse una amplia tipología. De un lado hay un importante grupo de piezas que representa a guerreros, ya sea de forma aislada o componiendo alguna escena (caza, lucha, etc.). Por otro lado, encontramos abundantes representaciones de animales (ya sean reales o mitológicos: toros, caballos, leones, grifos, perros, etc.) que, a veces, componen también alguna escena de lucha. Todas las obras están realizadas en el mismo tipo de piedra (una arenisca característica del lugar) y guardan una elevada unidad formal.
Izquierda. Figura de guerrero con casco y tres escudos. Derecha: detalle del rostro. Mientras los ojos reflejan cierto arcaismo, el suave modelado de los labios denota ya la entrada en la época clásica. Primera mitad del siglo V a.C (Porcuna, Jaén).
Independientemente de que el conjunto tuviese un sentido funerario o religioso (e, incluso, ambas cosas a la vez) se estima que podría constituir la narración mítica del origen del linaje aristocrático que habría controlado esta zona jiennense donde se localizó antiguamente la población de Ibolca (o Ipolka, la Obulco de época romana), centro principal de los túrdulos, uno de los pueblos que configuran ese amplio entramado al que denominamos cultura ibérica. Precisamente, una de las esculturas (que muestra a un varón masturbándose) se ha interpretado como la representación del creador del linaje. Pero si lo que se hizo en Cerrillo Blanco fue conmemorar ese linaje, ¿qué podría afirmarse respecto a su destrucción posterior? ¿Se trató tal vez de una revuelta antiaristocrática? Si así fue, ¿por qué se guardaron los fragmentos con tanto cuidado? Por ello se ha apuntado la posibilidad de que la destrucción del conjunto se deba a razones de orden exterior.
Jinete desmontando de su caballo y atravesando con su lanza a un enemigo. Primera mitad del siglo V a.C. (Porcuna, Jaén).
Por otra parte, si ahora fijamos nuestra atención en las propias piezas, apreciaremos en ellas una clara influencia de la escultura griega, justo en el momento de transición entre el periodo arcaico y el clásico. La unidad de estilo de todo el amplio grupo escultórico apunta a la idea de que todo él fue obra de un único taller en el que colaboraron, bajo una misma dirección, varios artistas. No ha faltado quien defienda la idea de que debió ser un escultor venido de la misma Grecia quien dirigió toda la elaboración del grupo. Fuese como fuese, la concepción del conjunto muestra claras coincidencias con la forma de organizar los frontones y mausoleos característicos del aquel mundo griego que se preparaba para entrar en su momento de mayor esplendor. Así pues, hace unos 2500 años en esta zona de Andalucía eran bien conocidos los patrones culturales del Mediterráneo oriental. Indudablemente, las formas griegas estaban, por aquí, de moda. Y no sólo las formas plásticas. Casi con certeza, las ideas las acompañaban. Aculturación, solemos llamar a ese fenómeno.
Superior e inferior (a ambos lados): otras cuatro figuras del conjunto de Porcuna (Jaén). Primera mitad del siglo V a.C.
El lector hallará en Internet abundante información sobre este espectacular conjunto escultórico. Esta Web aporta información básica sobre el tema de los iberos en Porcuna. Entre ellas recomendamos la descarga del artículo de Antonio Blanco Freijeiro sobre "Las esculturas de Porcuna. I. Estatuas de guerreros", así como el texto redactado por Ricardo Olmos sobre "Los grupos escultóricos del Cerrillo Blanco". En inglés, destaca el artículo de Blázquez y González Navarrete acerca de "The Phokaian sculpture of Obulco...". Por último, más fotos de las piezas en la Web del Museo de Porcuna.