EL ESCULTOR DE LA GRACIA
Hasta tiempos bien recientes, los historiadores del arte que estudiaban la escultura griega de época clásica solían recurrir a los tópicos machistas que estaban (y aún continúan estando) vigentes en las ideas de la época. De este modo, para ellos, las obras realizadas por Fidias en el siglo V a.C. estarían presididas por un "ideal masculino" que dotaba a las representaciones de fuerza, energía y vigor, mientras que la producción de Praxíteles en el siglo IV a.C. correspondería a un "ideal femenino" en el que estarían presentes la gracia, la dulzura y la blandura. Obviamente, no parece ser éste el punto de vista con el que debamos acercarnos al más importante escultor griego del siglo IV a.C., a quien puede considerarse como exponente de los cambios estéticos que con el tiempo fueron produciéndose durante la época clásica y que hicieron a los artistas plantear sus obras desde puntos de vista distintos, en parte, a los anteriores.
Izquierda: "Cabeza femenina". Original de Praxíteles. Siglo IV a.C. Atenas. Derecha: "Cabeza Kaufmann" (cabeza de Afrodita, copia romana a partir de la Afrodita de Cnido). París.
Sin embargo, y pese a la enorme fama de la que gozó ya desde la antigüedad, hay muchos datos confusos y muchas incertidumbres sobre la vida y la obra de este escultor griego. Sabemos, por ejemplo, que se formó en el taller del Cefídoto el Viejo, pero no podemos asegurar de forma rotunda que fuese su hijo, como algunos afirman. Desconocemos las fechas de su nacimiento y de su muerte, aunque se supone que el cénit de su producción debe situarse en torno al segundo tercio del siglo IV a.C, debiendo morir algo antes del año 326 a.C. Parece que viajó durante su juventud pero, tras esos años de formación, pasó casi toda su vida en Atenas, donde alcanzó la fama. De esa vida conocemos algunos detalles más, casi todos relativos a sus relaciones amorosas, lo que viene a demostrar que, desgraciadamente, lo que hoy llamamos "prensa del corazón" es mucho más antigua de lo que imaginamos y que las noticias que genera alcanzan en el tiempo, como en este caso, una duración inconcebible.
"Hermes con Dionisos niño" (¿original de Praxíteles o copia romana?). Olimpia, Grecia.
Además de esta escasez de datos sobre tan famoso autor hay otro problema aún más relevante cuando hablamos de Praxíteles: el que hace referencia a sus obras, que realizó tanto en bronce como en mármol. Conocemos los nombres de las más famosas porque nos han sido transmitidos por autores de la antigüedad, pero los originales se han perdido y debemos conformarnos con copias romanas de las que no hay manera exacta de saber si rendían justicia a sus originales referentes. Y hay un caso todavía más interesante y curioso: existe una obra que tradicionalmente se ha considerado realización original de Praxíteles desde su hallazgo en el siglo XIX en las excavaciones de Olimpia, el famoso "Hermes con Dionisos niño", pero la crítica moderna está cada vez menos segura de esa atribución y considera a la escultura como copia romana del original perdido.
Así pues, podríamos preguntarnos, ¿qué nos queda de Praxíteles? Pues nada más y nada menos que su estilo, que, a fin de cuentas, es lo que más nos viene a interesar. Un estilo que introdujo importantes novedades, como la representación por vez primera del desnudo femenino completo, como hizo en la "Afrodita de Cnido" (recordemos que en el siglo anterior, el V a.C., el desnudo sólo había alcanzado a las representaciones masculinas) o la creación de un tipo de línea que lleva su nombre, el de "curva praxiteliana" y que supone el empleo de un nuevo contrapposto en el que el cuerpo del personaje aparece levemente girado, al tiempo que la figura se reclina suavemente. Incluso en algunos de sus temas podemos ver el carácter innovador del escultor ático. Fijaos por ejemplo en ese "Apolo sauróctono": podría parecernos que el dios de la luz se entretiene perdiendo su tiempo en la contemplación de una simple lagartija. El tema en sí es totalmente novedoso, aunque podría extrañarnos que un dios se recree en tales menesteres, siempre que no sepamos que la largatija viene a simbolizar lo nocturno y que el dios se dispone a matarla. En consecuencia el escultor nos presenta una dualidad básica entre la luz y la oscuridad.
"Apolo sauróctono". Copia romana del original de Praxíteles. Siglo I a.C. París.
En fin, Praxíteles, además de esculpir figuras masculinas mostró gran interés en la representación de la anatomía femenina y en eso sí que fue completamente novedoso. Su fama aumentó en la época romana y continuó incrementándose en el Renacimiento, lo que explica la abundancia de copias de sus obras perdidas. Pero esta situación, más que aclarar el problema de las formas originales, lo complica, porque las variantes son numerosas. No importa en todo caso, si extraemos una conclusión fundamental: las mujeres de las esculturas praxitelianas nos presentan a diosas muy humanizadas, de eso no cabe duda. No obstante, siempre son perfectas porque, a fin de cuentas, son diosas. El escultor de la gracia, le llamaron.
"Afrodita Ludovisi". Copia romana del original (Afrodita de Cnido) de Praxíteles. Roma.
Sobre Praxíteles, debe visitarse la excelente Web creada por el Museo del Louvre con motivo de la exposición dedicada al autor griego en 2007, así como la amplísima información contenida en la Wikipedia en francés. Finalmente, en esta página alemana podéis ver en 360ª reproducciones de muchas obras del escultor.