Georg Baselitz nació en Alemania en 1938, cuando el país estaba ya completamente dominado por la ideología hitleriana del espacio vital y el expansionismo y cuando faltaba muy poco tiempo para la gran bota del ejército alemán comenzase a aplastar a media Europa. Pero Hitler no llevó su ideología únicamente a los terrenos del poder político y las ambiciones de conquista. En nombre de la nueva Alemania que él simbolizaba, las libertades de pensamiento y de creación también fueron abolidas. Las corrientes que en el campo del Arte habían fructificado en el país con las vanguardias artísticas de comienzos de siglo fueron progresivamente eliminadas tras la desaparición de la República de Weimar en 1933. Entre esas tendencias pictóricas, el expresionismo pasó a ser considerado un arte degenerado, impropio de la nación aria. En consecuencia, la gigantesca obra de los grandes expresionistas alemanes fue proscrita.
Georges Baselitz: "La mano de Dios" (1964). Bonn
Nada de eso pudo saber en su infancia un niño que, por decisión de las potencias vencedoras en la Segunda Guerra Mundial, acabó viviendo en la nueva Alemania oriental, con un régimen comunista, y en el seno de una familia de la pequeña burguesía. Pero a aquel niño le gustaba pintar y en su primera adolescencia parecía tener clara la vocación por el arte. Tras estudiar pintura en diversas escuelas y conocer la obra de los grandes maestros de las vanguardias, nuestro joven acabó en el Berlín occidental, dentro de la Alemania capitalista de la época de la Guerra Fría. Siguió allí sus estudios de pintura y es entonces cuando decidió cambiar su apellido y sustituirlo por el de Baselitz, como personal homenaje a la ciudad donde nació.
Georg Baselitz: "Comedor de naranjas-4" (1981). Hamburgo.
Para entonces Baselitz practica ya una pintura que, de alguna manera, ajusta cuentas con el pasado reciente de su país y conecta con el expresionismo alemán anterior a la llegada de los nazis al poder. Desde este punto de vista, gran parte de su producción podría enmarcarse en un neoexpresionismo que muestra interés por temas diversos: personajes grotescos, antihéroes, composiciones de contenido sexual o escenas desgarradoras pueblan sus obras. A mediados de los años 60 Baselitz introduce una curiosa novedad en sus cuadros: matiene la tendencia figurativa, pero las escenas y personajes aparecen pintados boca abajo, tratando de romper con el convencionalismo habitual hasta el momento en la historia de la pintura. Como afirmaba el propio pintor: "Mis composiciones del revés fueron en realidad el resultado de un largo proceso para intentar subvertir el orden normal de los pintores... A fin de cuentas, la provocación es la regla general de la historia de la pintura".
George Baselitz: "Cena en Dresde" (1983). Zurich
Esta innovación aparentemente tan sencilla, pero que constituye todo un gesto provocativo y de rebeldía, contribuyó a dar más relieve aún a la obra del artista alemán. Desde entonces, y al hilo de su fama de provocador, se incrementa el número de sus exposiciones y la relevancia de cada una de ellas, Baselitz se ocupa también de dar clases de Arte en la Universidad y, siempre innovador, realiza (como si fuera un niño) obras pintadas con los dedos.
En fin, podría parecer intrascendente este gesto de dar la vuelta a una pintura; podemos creer que Baselitz no ha pintado sus cuadros verdaderamente boca abajo, sino que se ha limitado a colgarlos del revés. Pero a poco que nos fijemos en la sociedad que nos rodea llegaremos a la conclusión de que muchas cosas no son como deberían ser. Ahora, las trapisondas financieras de unos cuantos, están pagándolas millones de personas. Tal vez en ese tipo de cosas quiera Baselitz que reflexionemos cuando cuelga sus cuadros boca abajo. El mundo al revés.
Georg Baselitz: Izquierda: "Cabeza y botella" (1981). Nueva York. Derecha: "1897" (1987). Rotterdam.
La que parece ser la web oficial de Baselitz no se complica la vida. Enlaza con otras páginas de galerías y museos que tienen obras del artista y nada más. Merece la pena visitar algunos de esos enlaces. Además, me gusta también el aspecto de esta página en inglés que ofrece una síntesis biográfica del artista e imágenes de algunas de sus obras. Luego podéis dar un vistazo al apartado que le dedica la web de la galería Gagosian. Por último, en el blog La fábrica de garabatos se transcribe una extensa e interesante entrevista con el artista.
2 comentarios:
"Esta innovación aparentemente tan sencilla, pero que constituye todo un gesto provocativo y de rebeldía".
Me parece que este tipo de comentarios demuestra poco conocimiento de la pintura moderna. Lo que para Kandinsky fue una excusa anecdótica para iniciar su abstracción lírica, en Baselitz se convierte en leitmotiv.
Luego de innovación nada, de nada.
(pero claro, como tenemos memoria de pez)
Descubrí este pintor en la Fundaciò Mirò con la exposición "Davant l' horitzò" Era un gran paisaje con fábrica puesto al reves.
Reconozco que más que admirar la innovación o la originalidad, me molestó, pues intuí que el pintor pretendía quedarse conmigo.
Una vez en casa me informé de la trayectoria de este pintor.
Leí que en los 70 empezó a pintar al reves, y parece que sus exposiciones aumentaron en número y éxito.
A mi me encanta el expresionismo de entreguerras, y por lo tanto el Nuevo o "Neoexpresionismo" , que como el "Realismo mágico" emerge en Alemania hace ya unas décadas, rompiendo el "cul de sac" que para mi (son opiniones) representó el "Expresionismo abstracto".
Y como me gusta el Neoexpresionismo (eso que por ahi llaman con el chungo nombre de lo postmoderno) agradecería para poder admirar mejor su obra, que alguien les diera la vuelta.
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